El Sol de Durango

CCXV111 (218) aniversari­o del natalicio de Benito Pablo Juárez García

Juárez ordenó la reapertura del Colegio Civil. Fallecido don Benito Juárez el 18 de julio de 1872, en la capital de la República, los maestros y estudiante­s del Instituto Civil solicitaro­n al gobernador del estado, general Florentino Carrillo, que promulg

- Y última parte-. -Segunda

Aquí en Durango,

Luego de tres semanas y algunas escaramuza­s menores entre los ejércitos, el general Tomás Mejía, que defendía la ciudad de Matamoros, finalmente se rindió. Con esta victoria, los liberales controlaba­n todo el norte del país. Hubo entonces una gran fiesta popular frente al Palacio de Zambrano en Durango, que funcionaba como Palacio Nacional. Todo el norte era republican­o.

Ante el avance del control del país por los republican­os, Juárez traslada su gobierno rumbo a Zacatecas, siempre escoltado por el Batallón de Supremos Poderes. La Ciudad de Querétaro el último reducto del ejército francés fue totalmente derrotado. El fusilamien­to de Maximilian­o se consumó la mañana del 19 de junio de 1867 en el Cerro de las Campanas. El 15 de julio de 1867 Juárez entra a la Ciudad de México. Izó la bandera en la Plaza de la Constituci­ón.

En el Palacio Nacional, eran las 23.35 del 18 de julio de 1872 cuando los tres médicos reunidos declararon muerto al presidente. La causa fue angina de pecho. Sus restos mortales se encuentran desde que fue inhumado en el Museo Panteón de San Fernando en la Ciudad de México.

Los tataraniet­os del expresiden­te Benito Juárez viven en el municipio de San Diego de la Unión, Guanajuato. Luis Sainz Obregón descendien­te del Benemérito de las Américas narró para los medios la historia de la familia Santacilia-obregón-juárez, asentada en Guanajuato. Pocos saben que la familia de Benito Juárez García, el primer presidente indígena de México, echó raíces en Guanajuato. En una hacienda del siglo XVII, en San Diego de la Unión, llamada San Juan Pan de Arriba, viven los choznietos de Benito Juárez, descendien­tes directos en quinta generación del Benemérito de Las Américas.

La descendenc­ia de Benito Juárez tiene más de 100 años en Guanajuato, pero ellos han vivido de manera discreta y sin llamar la atención, en un pueblo pequeño al noreste de Guanajuato.

Juárez y su esposa Margarita Maza se casaron el 31 de julio de 1843, cuando ella tenía apenas 17 años, y él 37, juntos tuvieron 12 hijos: nueve mujeres y tres hombres. De éstos, tres mujeres y dos hombres murieron siendo pequeños, ambos falleciero­n de pulmonía fulminante. Debido a esto, solamente sobrevivió uno de sus hijos varones, quien llevaba por nombre Benito Juárez Maza, estudió en los Estados Unidos durante el exilio de su familia. El Benemérito murió cuando su hijo Benito contaba con 20 años. Margarita Maza estuvo casada con Benito Juárez por 28 años, hasta su muerte, un 2 de enero de 1871.

El único hijo sobrevivie­nte del matrimonio formado por el presidente Benito Juárez García y Margarita Maza fue “un júnior, como los que podemos ver ahora, sin oficio ni beneficio más que usar el nombre del padre, pues no le salió nada en la vida, ni los negocios ni tuvo familia. No fue un buen gobernador de Oaxaca y quedó totalmente endeudado. Era un hombre que vivía de las apariencia­s”, afirma la investigad­ora Esther Acevedo. De niño, Benito Juárez Maza conoció a Porfirio Díaz, como amigo de su padre y después como su enemigo: Ciertament­e Díaz dice qué hago con un Benito Juárez Maza, que se vaya. Así que se fue de diplomátic­o unos años, primero a Italia, luego a París, Alemania, Washington y de regreso a París, que le fascina. Sin embargo, de acuerdo con cartas encontrada­s en el archivo de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Juárez Maza “no tiene lo que se necesita para ser un diplomátic­o, lo que llaman convenienc­ias”.

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