La crianza de nuestros niños
Algunos adultos eligen los gritos, los castigos físicos y el autoritarismo total como un método “correctivo” para formar a sus herederos
La familia es el pilar fundamental para el crecimiento y desarrollo de niños, niñas y adolescentes. A diario, tanto padres como familiares cercanos se enfrentan al inmenso desafío de, diariamente, formar en valores y competencias que serán la base de los comportamientos para el resto de sus vidas y este proceso demanda todo el amor, comprensión y tolerancia que se pueda tener.
Hoy en día, algunos adultos eligen los gritos, los castigos físicos y el autoritarismo como método “correctivo” para formar a los niños y adolescentes, pretendiendo replicar la manera como ellos fueron criados. Pero, ¿acaso este es el camino? La familia tiene la responsabilidad de entender que los niños y las niñas son personas con derechos, que requieren del cuidado de los adultos y que emplear los golpes y las malas palabras solo ayuda a repetir ciclos de violencia y a escalarlos generación tras generación.
Diferentes especialistas en la materia, han coincidido en que las pautas de crianza o una crianza positiva -como también se conoce-, es el camino para lograr como resultado principal familias más estables y más amorosas.
A través de la comprensión, la empatía, el diálogo y la comunicación asertiva se empieza a formar a los niños en valores que enriquecerán su desarrollo social.
PAUTAS DE CRIANZA:
Los expertos en psicología, aportan algunos consejos o sugerencias que podrían ser de gran utilidad en la educación de nuestros hijos, y a continuación los proporcionamos:
Utilice siempre el diálogo como estrategia para transmitir mensajes. Los niños entienden explicaciones e instrucciones y responden muy bien a esta clase de estímulos al estar en continuo aprendizaje.
Establezca normas básicas de convivencia y buen comportamiento en su hogar y fuera de él, socialícelas y discútalas con sus hijos.
Llegue a acuerdos con sus niños y niñas sobre los temas que generalmente son foco de discordia, esto implica negociar (escuchar, exponer ideas y llegar a un consenso que beneficie a ambas partes).
Si su hijo comete alguna travesura o infracción a las normas establecidas pregúntele porqué lo hizo, qué lo motivó y concilie la sanción que deberá cumplir por faltar a esa norma. Así entenderá que los actos tienen consecuencias y requieren reparación.
Enséñele a participar activamente en el acto de reparación. Haga un acompañamiento durante esta etapa, para generar reflexión. Siempre con tolerancia.
Dé ejemplo. Si usted frecuentemente se encuentra en estado de embriaguez, fuma, agrede con gritos a otras personas y a su pareja o habla mal de los demás, dice mentiras para ausentarse del trabajo, no come alimentos saludables, no espere que su hijo tenga un comportamiento diferente al suyo.
Llegue a acuerdos con sus niños y niñas sobre los temas que generalmente son foco de discordia, esto implica negociar
Utilice siempre el diálogo como estrategia para transmitir mensajes
Llegue a acuerdos con sus niños y niñas sobre los temas que generalmente son foco de discordia, siempre con diálogos