LAS FAMOSAS CARTAS A PACHUCA
Hace ocho años colaboramos con el amigo Raúl Arroyo para la elaboración de un libro muy interesante que llamamos, Cartas a Pachuca. Con el apoyo y financiamiento del Ayuntamiento de Pachuca en el año 2010, —cuando autoridades empleaban un poco de su presupuesto en editar libros de la gente y para la gente— y la colaboración con muy alta participación y disposición de setenta personas del sector social e intelectual de Pachuca y de otras latitudes con fuertes lazos hacia esta nuestra ciudad, se realizó el libro mencionado que contiene una misiva de cada uno de los 70 paisanos para Pachuca, por eso el título que el libro ostenta.
Que experiencia tan interesante, el libro fue un éxito. La presentación de la edición la realizamos en la Casa de la Cultura de Pachuca, de la que el que escribe era director, y fue un acontecimiento ya que la reunión de casi todos los que participamos en el libro con una carta, fue algo inédito. Imagínese usted a cuando menos 60 intelectuales y escritores ansiosos por conocer el libro para el que habían enviado una carta, reunidos en el acogedor ambiente de esta Casa del saber y del convivir.
Les comento esto porque estamos dando inicio a una convocatoria para escribir una carta al Estado de Hidalgo, a la que vamos a invitar a 100 intelectuales hidalguenses de nacimiento o de preferencia para integrar un nuevo libro al que llamaremos 100 Cartas al Estado de Hidalgo.
Si usted tiene deseos de participar, escríbame a mi correo (estará este al final del artículo) o si conoce de alguien que tenga gusto por escribir y participar, díganos e invítelo.
Les voy a trascribir algún fragmento del primer libro, aunque no hay mucho espacio aquí pero seguiremos otra vez con el tema.
En la carta del abogado Sergio López Rivera dice Hablando de la inundación del 49: “tu plaza Independencia estaba llena de lodo, de granizo había muchas cosas tiradas sobre el suelo, fruta, mesas, sillas, ropa, muebles etc. Caminé sobre la calle de Allende y al llegar al Templo Metodista había un camión de redilas al que estaban subiendo muchos cadáveres de hombres y mujeres totalmente desnudos. Un hombre se volvió hacia mí y me corrió del lugar diciéndome “Que diablos ves escuincle.”
En su carta el Lic. José Luis Guevara Muñoz dice: “Tu verdadero tesoro es tu gente. Te apreciamos como un organismo vivo, que se compone de miles de seres humanos que día con día interactúan y se enriquecen entre sí; por ello debemos adquirir el compromiso de reconstruirte para que gires en torno al desarrollo humano que potencie las capacidades de tus mujeres y hombres.”
La Lic. Estelita Quiroz Jiménez dijo en su carta; “Mi añorada Pachuca con su Hospital Civil donde acudían los “pobres de los más pobres”, como decía mi papá, y tu Sanatorio Garza Ríos, en cuyos prados mis hermanas y yo reuníamos lagartijas mientras mi señor padre pasaba visita a sus pacientes.”
Y así imagínese 70 cartas.