Mil empresas incumplían con licencias ambientales
SEMARNATH las detectó y hasta les apoyará para regularizarse, dijo su titular
De las mil 100 empresas que tenían registradas en 2016 en la SEMARNATH, aumentaron mil más al emprender el programa estatal de regularización de sus licencias ambientales, de las cuales varias no tenían ni un trámite realizado, reconoció el titular, Benjamín Rico Moreno.
Se trata de un esfuerzo institucional para que toda actividad que genera un impacto al ambiente cumpla con su Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) y contribuya a mitigar los efectos de la contaminación.
“Es una inversión para todos, no sólo de ver recuperada la flora; es mitigar el material particulado que se va al aire”, resaltó.
Es coadyuvar en la vigilancia de las actividades como lo hace la Subsecretaría de Protección Civil y Gestión de Riesgos del estado, añadió, “que no pongan en riesgo la vida”.
Afirmó que en materia de regulación de concreteras, desarrollos habitacionales, asfaltadoras, cementeras, minas y todo aquel negocio que tenga que ver con el uso de recursos naturales, “nosotros estamos ayudándoles” para cumplir con los requisitos de sus permisos ambientales.
Algunas de esas mil empresas que operaban fuera del marco legal lo hacían por desconocimiento o porque se les dificultaba cumplir con los tortuosos trámites administrativos, aceptó Benjamín Rico.
Por eso redujeron los requisitos de 32 a 10, ya que había muchos que se repetían entre una dependencia y otra, reconoció, y para mayor facilidad lo pueden hacer por Internet.
“Si por alguna razón no cuentan con un equipo de cómputo o señal de Internet, pueden acudir a la SEMARNATH y les ayudamos para obtener sus permisos”.
Señaló que las principales mil empresas que detectaron con carencia en sus licencias ambientales están en “Tizayuca y TulaTepeji, desde hace años, y no se habían regularizado”.
Estar en regla, destacó el funcionario, les permite acceder a apoyos gubernamentales para mejorar sus actividades o aplicar tecnología para que sus procesos sean amigables con el ambiente.
No cumplir pone en riesgo al medio y la vida de los trabajadores, como sucedió con la mina clandestina de Dengantzha, en Francisco I. Madero, donde murieron sepultados cinco hombres, comparó.