El proceso
electoral del Estado de México inicia en la primera semana de enero de 2023, con más de 12.4 millones de electores que serán convocados para renovar el Gobierno estatal, en forma simultánea a las elecciones de Coahuila que igualmente renovará la gubernatura e integrantes del congreso local. Se trata de la base electoral más grande de la república, el 13.22 por ciento de los listados nacionales; 16 millones, 992 mil, 418 habitantes, que analizarán las candidaturas y definirán a quien le entregan su confianza, para definir el resultado de la“batalla maestra”.
La división que viven las dirigencias nacionales de Va por México, virtud a la reforma constitucional impulsada por el PRI para mantener al ejército en tareas de apoyo a la seguridad pública, no fue óbice para que las dirigencias estatales continúen negociando la conformación de la alianza que, probablemente, postulará la candidatura de Alejandra del Moral, recientemente designada por el tricolor como coordinadora para la defensa del Estado de México. Al final, el gobernador Alfredo del Mazo logró zanjar las diferencias internas e impulsar la posibilidad de su secretaria de Desarrollo Social.
Así, la alianza nacerá en el ámbito local y no será central ni estará condicionada por humores de los líderes nacionales, prueba de ello es la reciente aprobación de la reforma a la constitución mexiquense para incorporar los gobiernos de coalición y la promulgación de la correspondiente ley que permitirá que, en el caso de una candidatura común o cuando se postulen candidaturas a gobernador o gobernadora, los partidos puedan suscribir acuerdos específicos para determinar la integración de dependencias públicas y organismos administrativos auxiliares.
La fórmula aliancista, conforme a diversos ejercicios demoscópicos, incrementa posibilidades para que el PRI y sus aliados mantengan el Estado de México; en caso de perderlo, no tendrán posibilidad de competir en el 2024 y los logros del 2021 no se refrendarán, sino que pasarán a formar parte de las anécdotas de la política mexicana. Enfrente estará Morena y aliados, con Delfina Gómez a la cabeza, quien tendrá el apoyo incondicional de los presidenciables del oficialismo que seguirán en su propia lucha, a las y los gobernadores afines y al Presidente de la República, con su pesado aparato de control por la vía de los programas sociales.
El desenlace de las reformas constitucionales para mantener al Ejército en las calles convirtió al dirigente nacional del PRI en aliado de Morena y eso limita sus capacidades para mantener acuerdos legislativos y electorales con PAN y PRD. El Presidente trabaja desde las mañaneras para ganar y cumple el propósito de fracturar a la coalición que ahora aparece en el tablero político con déficit porque no acumula trabajo eficiente de base ni recomposición nacional frente al electorado que no quiere discursos sino soluciones, pero en el Estado de México la fórmula local salvaría a la alianza por el momento.
Las elecciones del 2023 serán ganadas por los partidos y candidaturas que mejor conecten con el amplio electorado mexiquense, los que mejor trabajo de campo realicen y sean capaces de colocarse frente a la ciudadanía para ofrecer soluciones a la enorme problemática que a diario se acumula. El rol de MC podría ser el fiel de la balanza, con la candidatura de Juan Zepeda que suma muchas simpatías, ahora bajo las siglas de un partido que apuesta por ofrecer una propuesta diferente.
Las elecciones del 2023 serán ganadas por los partidos y candidaturas que mejor conecten con el amplio electorado mexiquense, los que mejor trabajo de campo realicen y sean capaces de colocarse frente a la ciudadanía para ofrecer soluciones a la enorme problemática que a diario se acumula. El rol de MC podría ser el fiel de la balanza, con la candidatura de Juan Zepeda.
Yen la construcción de las fórmulas mágicas, a los populistas nunca les alcanzará el tiempo, por eso es necesario su reelección; usan la democracia para seguir en el poder. En los países, como México, donde hay desigualdad social, darles una prebenda económica a gente pobre es muy significativo, aunque no tengan trabajo bien remunerado, vivienda digna con los servicios públicos, salud, educación, etc., esa sociedad que antes no tenía nada o muy poco, recibir una dádiva gubernamental, es apreciada y ahí estarán, apoyando al líder, que como patriarca, les tendrá sumisos a la filantropía gubernamental.
El discurso culpando al pasado debe estar presente siempre dirigido a los simpatizantes; nunca reconocerán su responsabilidad frente a los desaciertos, por lo que la polarización es básica para evitar la reconciliación y la construcción de voluntades para resolver los problemas estructurales. A los populistas les molesta el Estado de Derecho: ellos son el Estado.
El Poder Legislativo es muy caro, la organización electoral es todavía más cara; en sus gobiernos no se necesitan esas instituciones, el gobierno puede asumirlas, porque hoy es diferente, ya no existe la corrupción.
La megalomanía y la demagogia son la característica. Y por supuesto se olvidan que su propio ascenso al poder fue gracias a ese Estado de Derecho y a la organización independiente de las elecciones; pero ahora ya no importan, una tómbola puede resolverlo.
Por eso es tan necesario releer el discurso del expresidente Ernesto Zedillo, hoy retirado de la política, quien en el marco del foro por el aniversario de la Fundación Internacional para la Libertad, realizado en Madrid el pasado 20 de octubre, hizo una disertación del peligro para el mundo, de los gobiernos populistas.
En el populismo se acalla a los críticos,
El discurso culpando al pasado debe estar presente siempre dirigido a los simpatizantes; nunca reconocerán su responsabilidad frente a los desaciertos, por lo que la polarización es básica para evitar la reconciliación y la construcción de voluntades para resolver problemas estructurales.
dijo, debilitando la opinión de quien está en su contra hasta llegar a la censura.
Señaló que los populistas buscan debilitar a los otros poderes del estado, que fueron creados ciertamente para dar equilibrio, crear pesos y contrapesos que no den abusivas conductas desde los poderes ejecutivos.
Zedillo alertó sobre que el desarrollo histórico de este proceso, siempre conlleva a algo más peligroso, un ciclo que va del populismo, despotismo, autoritarismo, fascismo y a la dictadura.
Max Weber definía al líder carismático como el personaje que tiene facultades especiales que le son otorgadas por sus mismos seguidores, todo su movimiento se sostiene por ese liderazgo; sin embargo es inevitable caigan en sus propias contradicciones.
Los populistas tienen flancos débiles: nunca hablan con la verdad; y como se sostienen en la polarización, deben tener siempre enfrente a rivales con quienes pelear, es el motor de su movimiento. Por eso las mañaneras son parte fundamental del gobierno populista de México.
Para rescatar el país es necesario que la oposición esté unida para no pelear con el populista, sino para trabajar la agenda sobre lo que no está haciendo, lo que nunca hará.