Era un sistema que favorecía tener más enfermos, dice Zoé
La pandemia demostró cosas que se habían negado durante muchos años, dice Zoé Robledo, director del Instituto Mexicano del Seguro Social, cuando le pedimos que haga un diagnóstico del IMSS al 30 de octubre del 2022.
“Una de ellas es tener un sistema fragmentado, nos hace muy vulnerables, nos hizo vulnerables ante una enfermedad”, agrega el de Chiapas.
En un sistema fragmentado, explica, la persona tiene diferentes condiciones, diferente acceso y calidad en la atención de su salud, dependiendo primero de si trabaja o no. Y después entre las personas que no son derechohabientes del IMSS, las personas sin seguridad social, pues 32 sistemas de salud en 32 estados que tienen diferentes coberturas de enfermedades, diferentes calidades, diferentes capacidades en la atención, eso es lo que se está intentando unificar.
“La parte del acceso universal pasa porque en todos los lugares se atiendan las mismas enfermedades, con los mismos medicamentos, las mismas guías de práctica clínica, la misma capacidad en términos de personal, equipo, infraestructura. Una de las realidades que enfrentamos también durante la pandemia fue la falta de médicos especialistas, se dejó de formar durante muchos años. Imagínense ustedes eso, es como tener una fábrica, un sistema, que va a estar creciendo y requiriendo de más personas, pero ese sistema que al mismo tiempo es quien las forma, no las formaba, entonces eventualmente iba a ser una crisis como la que vivimos durante la pandemia y que estamos intentando revertir. Entonces, la verdad es que es un proceso muy difícil, desafiante, retador, pero también lo fue la pandemia, y creo que tenemos que asumirlo así, y enfrentarlo, y hacer todo porque las mexicanas y mexicanos tengan acceso a la atención médica con calidad y prontitud”.
También en las últimas semanas, le recordamos, hemos escuchado que México tendrá un sistema de salud como el de Dinamarca. ¿A qué se refieren?
“Mira, cuando el presidente López Obrador habla de Dinamarca, o de los países nórdicos como el modelo, se refiere a cuatro cosas principales, primero, un sistema público, es decir, un sistema en donde la atención médica la dan instituciones públicas (ya lo tenemos, pero había unas tendencias hacia la privatización). Segundo, un sistema centralizado. La salud en Dinamarca, la atención médica, los hospitales se atienden desde el gobierno central, era un poco lo que pasó con la educación en México, se había dado a los gobiernos estatales, se está intentando centralizar. Esa es una cosa bien importante, porque el Seguro Popular no atendía personas, el Seguro Popular no tenía hospitales, financiaba sistemas estatales con poca rendición de cuentas y poca transparencia. Lo tercero, obviamente, que sea gratuito, es decir, no se requiere de una cuota, no es una lógica de aseguramiento como sí lo es en el IMSS, donde los patrones y el gobierno pagan cuotas, aquí es gratuito y en ese sentido gratuita la entrega de todos los medicamentos, las consultas, las cirugías. Y el cuarto lugar es preventivo, esto es algo que se repite, y se repite, y quizá no hemos sido lo suficientemente claros para decir esto, el Seguro Popular financiaba a los estados en función de cuántas personas atendían, cuántos enfermos tenían. Entonces, era un sistema que favorecía tener más enfermos”.
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