Recuperó la confianza
EN LA RECTA FINAL PARA MANTENER SUS OPCIONES DE AVANZAR
Jor, Qatar.- El estado Al Bayt vivió uno de los partidos más esperados del Mundial de Qatar 2022. Sin ser espectacular, el juego no decepcionó. Los casi 69 mil aficionados llegaron en calma y se fueron igual. España tiene una innegable herencia del futbol del Barcelona, que viene desde antes y desde lejos, con Johan Cruyff, pasando por Josep Guardiola.
Tiene, además, ese parentesco con el triángulo que le dio dos Eurocopas y una Copa del Mundo entre 2008 y 2012.
Porque Gavi y Pedri González no son Xavi Hernández y Andrés Iniesta, pero se parecen en las formas; mientras Sergio Busquets se hace eterno con el dorsal 5 y la propiedad del mediocampo español.
Enfrente tuvo, sin embargo, una mejor versión de Alemania respecto a la que cayó sorpresivamente con Japón.
En algo tuvo razón el muy cuestionado Gerardo Martino tras la primera ronda de partidos. Los grandes no se equivocan dos veces, dijo el seleccionador de México, y hasta ahora no erró.
España dominó la primera parte con el futbol de control del balón, toque corto y rápido. Buscó salidas al frente a la menor oportunidad. No obtuvo, sin embargo, la ventaja en el marcador.
Por el contrario, Antonio Rüdiger se encontró totalmente solo un balón dentro del área y lo cabeceó para vencer al portero Unai Simón. Tan solo que estaba en fuera de lugar y el VAR echó para abajo el gol. Las intentonas de Ferran Torres y Dani Olmo por las bandas, y de Gavi y Pedri por el centro, no pasaron de generar emoción.
Empate sin goles para el descanso, pero daba la sensación de que era cuestión de tiempo para que la Furia se adelantara.
Y lo hizo al minuto 62 con una conexión Barcelona-madrid: Jordi Alba, defensor del Barcelona, desbordó por la banda izquierda y mandó el centro que Álvaro Morata, delantero del Atlético de Madrid, cerró para definir con la parte externa del pie, por encima del portero Manuel Neuer.
Entonces Alemania cambió la táctica y el seleccionador Hans Dieter Flick mandó presión alta para buscar el error de la zaga ibérica, sabedor de que Luis Enrique no permite salir a balonazos. A puro toque, aunque cueste el doble.
Ordenó cambios y le funcionaron. Leroy Sané sirvió para Jamal Musiala, quien arrastró el balón al área y ahí se lo robó Niclas Füllkrug para sacarle el empate al cuadro español, al minuto 83.
En los minutos finales del encuentro hubo más esfuerzo que buen futbol.
España se llevó poca recompensa por haber tenido más tiempo el balón, como suele suceder, pero el resultado lo deja en buena posición.
Un empate ante Japón en la última fecha le asegura el pase; con la victoria, es líder.
Alemania, por su parte, está obligado a vencer a Costa Rica y esperar que la Furia Roja le haga el favor de al menos empatar con los ticos. Parece fácil.