Texas puede expulsar migrantes
La Corte Suprema de EU autoriza una de las medidas más duras en la historia del país; policía podrá detener a personas “sospechosas”; auguran “caos” en la frontera
WASHINGTON. La Corte Suprema de EU autorizó la entrada en vigor de una ley de Texas que permite detener a migrantes en su territorio, una bofetada para la Casa Blanca, que advierte que causara “caos” en la frontera con México.
El fallo llega menos de 24 horas después de que un magistrado de la Corte extendiera el bloqueo a la llamada ley SB4, una de las más duras en la historia de Estados Unidos.
Ayer, los seis jueces conservadores votaron a favor de Texas, permitiendo que la ley entre en efecto mientras se da un fallo final en tribunales inferiores.
Los tres magistrados progresistas discreparon. “La Corte invita a más caos y crisis en la aplicación de la ley de inmigración”, dijo la jueza Sonia Sotomayor.
La ley convierte en delito menor el que un extranjero “ingrese o intente ingresar al estado desde una nación extranjera” de forma irregular. La falta se convierte en un crimen grave, punible hasta con 20 años de prisión, si el infractor es reincidente.
También permite que la Justicia estatal ordene la expulsión de personas sin mediar proceso legal. Asimismo, los oficiales de policía podrán arrestar a cualquier individuo del que sospechen que ingresó ilegalmente al país, y tendrán la facultad discrecional de expulsarlo a México en vez de arrestarlo.
El estado de Texas está gobernado por el republicano Greg Abbott, un gran admirador de Donald Trump.
El gobierno de Biden entabló una demanda contra la ley de Texas, entre otras razones porque considera que se extralimita en sus prerrogativas.
La política migratoria es competencia del gobierno federal y no de los estados de forma individual, afirman los demócratas.
“Estamos fundamentalmente en desacuerdo” con la Corte Suprema porque la ley “no sólo hará que las comunidades de Texas sean menos seguras, también sobrecargará a las fuerzas del orden y sembrará caos y confusión en nuestra frontera sur”, protestó la Casa Blanca.
El fallo judicial “plantea amenazas significativas a las libertades civiles y el tejido social de Texas y la nación”, afirmó la Eagle Pass Border Coalition, un colectivo promigrantes.
La Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), la más antigua organización hispana en EU, alentó a los residentes de Texas a conocer sus derechos y a reportar los abusos relacionados con la aplicación de la medida.
“Hemos visto en el pasado como ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes son detenidos injustamente por esta clase de leyes”, advirtió.
El gobierno mexicano también reprobó la entrada en vigor de la ley.
“México rechaza tajantemente cualquier medida que permita a las autoridades estatales o locales ejercer labores de control migratorio, detener y retornar a personas nacionales o extranjeras a territorio mexicano”, expuso la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
“México reitera su derecho legítimo de defender a los derechos de sus nacionales y el de establecer sus propias políticas de internación a su territorio”, por lo que “no aceptara, bajo ninguna circunstancia, repatriaciones por parte del estado de Texas”, añadió en un comunicado.
La normativa, aprobada por el Senado de Texas y promulgada por Abbott, debía entrar en vigor a inicios de marzo pero fue bloqueada varias veces.
La crisis migratoria es uno de los temas candentes de los comicios presidenciales.
Trump amenaza con expulsar masivamente a los migrantes si gana. “Envenenan” la sangre del país, “están matando” a Estados Unidos, repite en sus mítines, en una retórica compartida por Abbott.
CANCILLERÍA DE MÉXICO “(La SB4) fomenta la separación de familias, la discriminación y el perfilamiento racial que atentan contra los derechos humanos”