El Judas Negro, camina errante en Chilcuautla
El Judas Negro, es un personaje único en Hidalgo, es la representación del apóstol de Jesús, pero desde la concepción indígena del Valle del Mezquital, donde se mezclo las raíces prehispánicas del origen de la mexicanidad y el catolicismo traído por los conquistadores desde España.
Esta tradición se remonta hace más de cinco décadas, según Juan Pascual, quien desde niño jugaba a ser sayón –el verdugo de Jesús y Judas -, “Cuando niños a los palos y carrizos, les colocábamos bolsas blancas”, recordó en entrevista en su domicilio en la cabecera municipal de Chilcuautla.
El judas se pinta el cuerpo color negro desde los píes hasta la cabeza, se viste con un short y playera obscura que cuando sonríe y abre la mirada el blanco de sus ojos y dientes se observa fácilmente.
El Judas Negro, se pone cuernos de chivo, es atado de manos con un lazo de ixtle, para ser paseado por las calles principales de la cabecera municipal, por los Sayones,
quienes lo escoltan y lo exhiben por ser quien traicionó a Jesús.
Al Judas Negro lo custodian los sayones que portan un espejo en sus sombreros, y a su paso por las calles interpretan melodías salidas del tambor, una flauta y un silbato prehispánico, mientras la viuda del Judas lamenta y llora su inminente muerte.
La tradición bíblica dice que Judas muere ahorcado, sin embargo en Chilcuautla, el Judas Negro muere en un acto pirotécnico, en un cuadro se colocan cuetones en cuatro puntos cardinales, que explotan al unísono, en medio esta el Judas, quien cae víctima del fuerte estruendo.
Según algunos historiadores el Judas Negro es la representación del triunfo del catolicismo sobre las creencias de los primeros mexicanos, ya en el origen de la mexicanidad en esta región adoraban al Dios de la cultura Mexica Texcatlipoca.
Esta tradición se remonta desde hace más de cinco décadas, según Juan Pascual.