XIHUINGO: TESTIMONIO PREHISPÁNICO
Cuenta con la pirámide El Tecolote, plazas ceremoniales y estructuras arquitectónicas
Situada en el municipio de Tepeapulco, la Zona Arqueológica de Xihuingo es un verdadero tesoro histórico que espera ser explorado, pues te transportará a través de los siglos para descubrir el esplendor de la civilización prehispánica en el corazón de Hidalgo.
Maravíllate ante la majestuosa pirámide El Tecolote, plazas ceremoniales y estructuras arquitectónicas que revelan la grandeza y la sofisticación de la cultura tolteca.
Esta zona arqueológica funcionó como un centro de observación astronómica durante le Época Prehispánica, donde sabios astrónomos se dedicaban a observar y registrar el paso de los astros en el firmamento para entender los ciclos estacionales, esto, a través de petroglifos, como se le conocen a los grabados sobre piedra.
En toda el área existen decenas de marcadores y petroglifos, otro nombre con el que se conocen, a los tallados en roca, los cuales son un referente del conocimiento astronómico y calendárico que se tenía en ese entonces.
Estos dibujos rupestres esculpidos sobre roca, representan cómputos para conocer la división del tiempo, por ejemplo, dijo, se perforaron 260 y 365 puntos que corresponden, respectivamente, a los días de los calendarios ritual y civil de los pueblos mesoamericanos.
En la Época Prehispánica, el Xihuingo fue un sitio controlado directamente por Teotihuacán, debido al interés que tenía por regular la explotación de la obsidiana, además de que era considerado como un punto estratégico, pues se trata de un microvalle rodeado de cerros al noreste y un gran volcán el cual tiene una vista al suroeste del Cerro Gordo, en cuyas faldas se extiende al sur, Teotihuacán.
Además, funcionó como un centro de observación astronómica en la época prehispánica, donde los astrónomos de ese tiempo observaban y registraban el paso de los astros para entender los ciclos estacionales, esto, a través de los grabados sobre piedra.
La zona arqueológica de Xihuingo tiene poco más de 1,800 años de antigüedad, está a cargo del INAH y se encuentra a tres kilómetros del municipio de Tepeapulco, Hidalgo.
En la Época Prehispánica, el Xihuingo fue controlado por Teotihuacán, debido al interés que tenían por regular la explotación de la valiosa obsidiana.