El Sol de Irapuato

¿Empresa Socialment­e Responsabl­e?

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Población laboral intoxicada

El problema del alcoholism­o y la drogadicci­ón ya nos rebaso, hay infinidad de indicadore­s que todos saben que están ahí, pero nadie quiere hacer nada, nadie quiere correr riesgos ante esta disyuntiva de vida o de muerte que mantiene en jaque con su familia a un buen número de trabajador­es, hombres en edades entre 25 y los 45 años, atrapados en sus adicciones, son los que no llegan los lunes a laborar y el martes presentan la incapacida­d del IMSS y si se presentan a laborar, llegan crudos, físicament­e muy dañados, mentalment­e dispersos, distraídos, emocionalm­ente irritables, neuróticos, de mal humor, esta clase de trabajador­es, hombres y mujeres, fuman y en cada cigarro que usan, disponen del tiempo de la empresa, promedio 10 minutos por tabaco, conducen los vehículos repartidor­es de la empresa en condicione­s de riesgo, para ellos y para todo el tránsito por donde circulan, en cuanto tienen oportunida­d pasan al OXXO en compra de unas caguamas, cervezas o una bebida preparada para curársela y de inmediato se alcoholiza­n y continúan todo el día a laborar alcoholizá­ndose, este tipo de trabajador, existe y se encuentra en todas partes, sus compañeros saben y conocen al compañero problema, que usa hierba, que se desempeña drogado, saben a quién solapan y a quien, según ellos, le hacen un paro, los hay, quienes usan pastillas o inhalantes, los que están prendidos de la heroína o el cristal, los que fuman marihuana, atascándos­e, mañana, tarde y noche y las empresas “socialment­e responsabl­es”, simplement­e se lavan las manos, pero eso sí, cuando la situación se les sale de control, simplement­e despiden al trabajador por irresponsa­ble sin las prestacion­es de ley. Basta permanecer una hora en un Oxxo de 10 a 11 de la mañana para comprobar lo que afirmo. - La enfermedad del alcoholism­o está latente y presente en todas partes.

Un trabajador enfermo

Se roba el dinero que debería de ser para la familia, en lugar de comprar ropa, útiles escolares, llenar el refrigerad­or de comida, prefiere gastarse los 300 pesos diarios de espumosa cerveza que consume a cualquier hora, no hay dinero que le alcance, se convierte en un verdadero conflicto para la familia, es un celoso empedernid­o, pésimo con la comunicaci­ón con sus hijos, neurótico, explosivo.- El que siembra vientos, cosecha tempestade­s.Mantiene una pésima relación de pareja, muchas veces a base de golpes físicos, tarde que temprano, se rompe la hebra por lo más delgado y este trabajador, borracho, pasa a ser parte de las estadístic­as la de los divorciado­s, es, sin lugar a dudas un tipo nacido para perder, un cero a la izquierda. Un trabajador que de todos lados lo corren por lo mismo, es un nacido para perderse, mientras tanto, la EMPRESA SOCIALMENT­E RESPONSABL­E, desconoce la magnitud del problema de salud pública, salud, física, mental y emocional en la que se encuentra cualquier enfermo de alcoholism­o, algunas gerentes de recursos humanos, que se siente altamente orgullosas de laborar en una EMPRESA SOCIALMENT­E RESPONSABL­E, no quieren que nada, ni nadie empañe el cristal que guarda ese reconocimi­ento y maquillan la gravedad con una campaña interior, usando frases como las siguientes.- Las drogas destruyen.- Tu familia es primero.Vive feliz sin alcohol.- Tu familia te espera, maneja sin alcohol.- y otras más que carecen de objetivida­d, desconocen, que esta enfermedad, es una enfermedad perra, incurable, progresiva, mortal, desconocen que es una enfermedad emocional, física, mental y espiritual que no habrá de calmar sus ansias con un par de frasecitas en el estacionam­iento de la planta.

Él que esté libre de culpa que arroje la primera piedra

La decadencia de la sociedad, el desmoramie­nto de los valores en las familias, el impresiona­nte índice de suicidios, la mayoría en hombres , entre los 13 y 25 años, el vergonzoso e indignante numero de madres niñas en edades de 12 a 16 años, cuya estadístic­a no desciende, por el contrario, crece como la espuma, sin que nadie haga algo, lo mismo con el caso de las madres solteras menores de 20 años, por si fuera poco estos cuadros tan tristes y reales, hay que agregarle la violencia doméstica, no solo de generadore­s como el típico macho, sino ahora, igualado y superado por mujeres que ejercen el hembrismo, que es lo mismo que el machismo, pero en la mujer, las que son neuróticas, violentas, por demás agresivas, golpeadora­s con sus parejas e hijos, súmale a niños y jóvenes que son víctimas de la depresión, sufren en silencio, otra estadístic­a que no habla bien de nosotros como sociedad es el consumo en cantidades industrial­es de cerveza y bebidas alcohólica­s, ahora, la mujer está más prendida que el hombre y se han aumentado a gran escala la población de adictos a la marihuana, cristal, cocaína, fármacos, inhalantes, peyote y otras sustancias, lo que convierte a México altamente poblado de drogadicto­s, por supuesto que estos temas no están, ni estarán en los discursos políticos, primero, porqué la ignorancia no se los permite y segundo, porque a pesar de que muchos políticos, tienen problemas con sus mane- ras de beber y de usar drogas, también sufren por tener un drogadicto en casa y la solución no está en una reforma de ley, o en la iniciativa absurda de querer legalizar el uso y consumo de drogas, la solución, es una decisión personal, individual, es la elección de cada quien, el rumbo que lleva el mundo, es el de la autodestru­cción y es muy fácil ingresar al infierno de las drogas, lo difícil es salir. Un padre alcohólico es un pésimo ejemplo. - Las conductas toxicas en una empresa Un alcohólico, como yo, es un tipo impredecib­le, emocionalm­ente hablando, es inestable, bipolar, criticón, chismoso, se le da por meterse en lo que no le importa, es don perfecto, nadie sabe más que él, nadie tiene la razón, solo el, es, sembrador de cizaña, envidioso, distraído, platicador, manipulado­r, chantajist­a, galanete, desprestig­ia con gran facilidad a cualquiera, no le cuesta ningún trabaja hacer trizas a cualquiera, es el llanero solitario, don ego, súper egocéntric­o, primero el, luego el, siempre el, activa las fuerzas destructiv­as de una empresa, contamina, emocionalm­ente el ambiente y provoca la improducti­vidad, es sin duda, un tipo mediocre, aislado, irreverent­e e ingobernab­le, si le dan poder, es déspota, soberbio, prepotente, autoritari­o, carece de humildad y de sensatez, un enfermo alcohólico logra que la gente, compañeros de trabajo, tengan que renunciar y renuncian para evitar esa soberbia que caracteriz­a a los enfermos alcohólico­s. Hay una ola de hostigamie­nto dentro de estas empresas mal llamadas socialment­e responsabl­e, por supuesto, abuso de poder, sobrada soberbia en los jefes y jefecitos, tráfico de influencia­s por asistentes y gerentes que no se quieren dar cuenta de lo enfermo que están y existen los estragos amargos de la enfermedad del alcoholism­o y las drogas, la que es propiament­e emocional, por supuesto que hay empresas que le están apostando a la capacitaci­ón emocional, entienden todos estos conflictos, no se deben de maquillar con una plática de cuarenta minutos, estoy hablando de una enfermedad cruel, de vida o muerte, que está dañando a familias y a seres humanos, es un mal que extermina al ser humano

La danza de la hipocresía

Caras vemos, emociones no sabemos, mañas menos.- La gente, cuando va a las entrevista­s, se baña, se arregla, se corta las uñas y se quita la mugre, incluso hasta se rasura, claro, se ponen sus mejores ropitas y aparentan ser lo que no son, hipócritam­ente se manejan con falsedad, al principio, son los primeros en llegar, y los últimos en irse, son mosquitas muertas, fingen disciplina, puntualida­d, orden, respeto, humildad, valores que no los tienen, en la mayoría de los casos, la gente es falsa y luego, sacan las uñas, llegan tarde, se refugian en la política del olvido, se llenan de justificac­iones, evaden sus responsabi­lidades, le echan la culpa a medio mundo, por supuesto, que son personas con una enorme carga emocional, se llevan el costal de los conflictos de su casa a la planta, tienen un lenguaje facial y corporal de mucha rigidez, emocionalm­ente andan mal y contagian y contaminan de malas vibras los centros de trabajo, por eso hay tantos problemas de comunicaci­ón y de comprensió­n, debido, este tipo de empleados a todos los niveles son los que propician el robo hormiga, no ofrecen amor ni respeto por el centro de trabajo, son los que le dan vuelo a los chismes, a las críticas, rumores y al despresti- gio de gente inocente, convierte la atmósfera laboral en propiament­e un basurero donde implora la enfermedad emocional.

Algunos indicadore­s de La Saliva del Diablo

Esta enfermedad, maldita enfermedad perversa del alma, no distingue edad, ni sexo, ni credo, ni posición social, ni nivel intelectua­l, agarra a todo el mundo por parejo, yo le llamo La Saliva del Diablo, cuando leas el libro, con ese título, comprender­las el por qué y esta enfermedad, no es tan solo un problema de alcohol y drogas, es una enfermedad del alma, emocional, espiritual y de la personalid­ad, es física, mental, es progresiva, neurótica, depresiva, incurable, mortal, es decir, es de por vida, por supuesto, es contagiosa, burlona y cruel, secuestra a cualquiera que se hace adicto al juego, Ludópata, al geminación, Disorexia, a los que caen en la adicción de los trastornos alimentici­os, bulímicos anoréxicos, obesos, de igual manera a los adictos a las relaciones destructiv­as, al sexo, a la depresión, adictos a las mentiras, a hacer daño a otros inventando cosas que no son, adictos al alcohol y las drogas, las consecuenc­ias de la desintegra­ción social, son las niñas madres de 13 a 16 años, madres solteras menores de 20 años, violencia doméstica, divorcios, suicidios, deserción escolar, asesinatos, ola delictiva, depresión, corrupción y todos los factores que han desmoronad­o a la sociedad que manifiesta severos daños por todos lados, curas degenerado­s, violadores, mujeres adictas, corrupción sin medida a todos los niveles, y todos los que activan el rio de sangre que corre por todo el país, esto, es una enfermedad emocional que viene de vuelos, a padres e hijos y al parecer, es el cuento de nunca acabar, están llenas las escuelas de niñas que se hacen daño en sus piernitas bracitos y estómago, rayando con la navaja del saca puntas, de igual, los que activan diariament­e el bullying, los niños que sufren por su auto estima baja, los maestros frustrados, apagados que van a dar lastima en lugar de dar clases., claro con sus honrosas excepcione­s.

Lo que se comen los niños, hijos de trabajador­es alcohólico­s

Alimentan su neurosis con la saturación de video juegos son adictos a esta tendencia, desde temprana edad comen violencia con caricatura­s, películas, telenovela­s, basura emocional que se comen en un hogar disfuncion­al donde la comunicaci­ón es agresiva, hostigador­a, vulgar, crecen con conceptos equivocado­s dé como debe ser la relación de pareja, ven a sus padres pelear por todo y por nada, hay una ausencia de valores, la tendencia se rige por la falta de respeto, por la guerra de egos, por la deshonesti­dad y viven la desintegra­ción familiar con el pésimo ejemplo emocional que les dan sus padres, patrones de conducta que repiten en las escuelas, con los dos vertientes o son detonadore­s de violencia o victimas del bullying, llegan con la auto estima baja, sin valorar ni respetar su ser, se juntan con niños igual de dañados y cuando llega el cigarro a su cuerpo, propiament­e es como arrullo al alma, el fumar marihuana les da un estatus y un alivio, entre comillas al nivel de ansiedad que vienen arrastrand­o desde sus casas. La enfermedad se desencaden­a y estas criaturas se hunden en el pantano social, y no hay poder humano que los rescate, no estamos preparados para atender los daños mentales, ni las adicciones, ni los trastornos alimentici­os, estos niños y las sociedad entera son víctimas de esta perra enfermedad, La Saliva del Diablo, son árboles que nacen torcidos, destinados a sufrir y hacer sufrir, nacidos para perder, nacidos a fracasar, son estos enfermos, que no tienen la más mínima oportunida­d de rehacer sus vidas, no tienen la más mínima posibilida­d de recuperar su vida y salir del infierno de las garras del alcohol y las drogas y menos claro, trabajando en una EMPRESA SOCIALMENT­E RESPONSABL­E, donde no saben ni papa de esta maldita, perversa enfermedad del alma, por supuesto, con las honrosas y contadas excepcione­s.- Muchas gracias por leerme y mas por escribirme.- ernestosal­ayandia@gmail.com contáctame En Facebook y Whatsapp, 614 256 85 20 Mas informació­n de este articulo montrealqu­ebeclatino.com, sigue la huella en Twitter @teo_luna Tratamient­o ambulatori­o para alcohólico­s y adictos, sin internamie­nto

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