El Sol de Irapuato

Sopa de letras

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Con frecuencia hemos visto abrir negocios que luego en un lapso muy breve tienen que cerrar porque -como se dice vulgarment­e- no “pegó”. En el caso del periódico El Heraldo de Irapuato no se puede decir con exactitud que haya tenido una estancia breve en esta ciudad; al contrario, fue uno de los medios de comunicaci­ón de mayor antigüedad en la localidad. Sin embargo eso ya es historia.

Lo cierto es que cierra tras años y años de haber estado luchando por tratar de obtener una plaza que era cautiva de otro medio, hasta que finalmente y sin duda después de haberlo meditado a nivel empresaria­l optó por cerrar sus puertas. Sin embargo podemos decir que su personal fue leal hasta el último día. Karen García Sánchez la última coordinado­ra que tuviera el rotativo en mención es una mujer que yo llamaría reportera por vocación. De esas que verdaderam­ente disfru- tan de dar cobertura a los diversos sucesos cotidianos de la ciudad. Aunque la recuerdo mayormente en el ámbito de espectácul­os, sin embargo redacta en todas las secciones. Nos conocimos a principios de los noventa y laboramos en otro medio diverso al mencionado y que –dicho sea de paso- fue el creador del llamado Fenómeno de Tlacote “El Agua Curativa” también ya extinto denominado Periódico “El Centro”. Recuerdo alguna de las andanzas en donde ambos nos trepábamos a los andamios –o mejor dicho, me obligaba a que nos trepáramos al mural de don Bosco que para ese entonces el maestro Pedret elaboraba y que Karen quiso seguir periodísti­camente paso a paso su construcci­ón. Polo Rodríguez el último reportero gráfico en activo de mayor antigüedad con que contaba El Heraldo ha venido registrand­o

HECTOR GALLARDO MIRANDA

parte de la historia de la ciudad y del cual aunque no fuimos nunca compañeros de trabajo por desempeñar­nos en diversos medios, sin embargo sí lo fuimos en aquella Asociación de Reporteros ARGIS-PRENSA cuyo fundador es un grande del fotoperiod­ismo Gerardo García, y sé y me consta de la dedicación de Polo tras la lente que capturaba las mejores imágenes. Y don Héctor Arévalo, especialis­ta en la sección de deportes del Heraldo que así como dejó muchos años de tinta en las crónicas deportivas, también dejó constancia de lealtad al medio que sirvió. No hay nada perdido cuando se es capaz de hacer bien el periodismo. El cierre de El Heraldo no causa extrañeza pues ya se dejaba ver, pero segurament­e Karen, Polo y don Héctor en breve los volveremos a leer. oem-elsolde-irapuato@hotmail.

Lo cierto es que cierra tras años y años de haber estado luchando por tratar de obtener una plaza que era cautiva de otro medio, hasta que finalmente y sin duda después de haberlo meditado a nivel empresaria­l optó por cerrar sus puertas.

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