Caminito de la Escuela
Muchos niños y jóvenes recuerdan las canciones de Francisco Gabilondo Soler, al que todavía algunos recordamos como Cri Crí, “El grillito cantor”. En los recuerdos de muchos que ahora son profesionistas, aún están las letras de las canciones y la melodías.vuna de esas melodías es justamente “Caminito de la Escuela” que tiene relación con en este regreso a clases en tiempos de contingencia por COVID-19. La melodía de los años sesenta del siglo pasado, narra la historia de un grupo de animalitos que están muy entusiasmados por ir a su primer día de clases y cómo sus mamás se ocupan de asegurarse de que lleven sus útiles y comida para la hora del recreo.
Hemos regresado a clases de una forma diferente, lo que podemos nombrar ambientes virtuales, donde la tecnología y el uso de equipos, requiere de algo que se llama internet, los chicos requieren una tablet, una Laptop o por lo menos un celular para conectarse a las redes de internet. Las listas escolares se han modificado, se oye pedir un mouse, unos audífonos, una impresora, un escáner… Los chicos empiezan a escuchar cosas como no hay señal, las plataformas están bloqueadas, ya no tengo espacio en la nube, olvidé mi contraseña, no pude ingresar a la videoconferencia; tengo que abrir una cuenta de correo electrónico, se me cerró el plazo de entrega en la plataforma y no pude entregar la evidencia de mi trabajo…
Aunque el panorama no es nada alentador, es importante que todos hagamos conciencia que la vida no tiene precio. Que nuestra salud y la de nuestros hijos es invaluable, incluso si alguno de ellos “perdiera” un semestre o un año de estudios. Ante situaciones extremas, medidas extremas, por lo que es importante reconocer que la educación para la vida se aprende en casa y la escuela complementa la formación académica.
Las actividades domésticas en tiempos de educación a distancia se transforman en saberes de la vida cotidiana. Aprender a preparar los alimentos o apoyar en las labores diarias para mantener la armonía en el espacio en el cual se convive, es otra forma aprender y de aplicar el trabajo colaborativo y en equipo. Poder implementar cambio de roles en las diferentes tareas, apoya en descubrir incluso talentos que no se habían manifestado.
La contingencia está provocando que muchos de nuestros niños y jóvenes, se sientan muy estresados o ansiosos por estar dentro de sus casas, por el hecho de que tal vez no hemos podido capitalizar la oportunidad de una convivencia para el aprendizaje, haciendo de la casa una escuela para la nueva sociedad. Ya que, cada uno de nuestros hogares ofrece un gran escenario de oportunidades para el desarrollo de habilidades tanto lúdicas como socioemocionales. Además de aportar en la formación en valores, como el respeto, la tolerancia y la solidaridad.
De allí que, si vamos a quedarnos en casa, es necesario que cada integrante de una familia capitalice su potencial de apoyo y colaboración para entre todos salir adelante.