Cimbra la violencia a Diócesis
No hay que rendirse, es momento de unirse en oración contra ese mal: Enrique Díaz
Este año, la peregrinación a la Basílica de Guadalupe tuvo que ser seguida de manera virtual, pero el Obispo encabezó la misa desde ese lugar.
La feligresía de la Diócesis de Irapuato se ha cimbrado de dolor por la muerte, por las desapariciones, por las divisiones y por las afectaciones causadas por la pandemia; sin embargo, en lugar de rendirse, es momento de unirse en oración para que a través de ésta se pueda romper el mal que actualmente aqueja a la sociedad.
Asó lo dijo el Obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, durante la misa en la Basílica de Guadalupe que encabezó durante el jueves, donde señaló que en estos momentos lo que se necesita es unirse en oración para seguir construyendo, anunciando y viviendo la palabra de Cristo “sobre todo en estos momentos que se siente sacudido por los embates del mal y del crimen”.
“La joven Diócesis de Irapuato se ha cimbrado de dolor por la muerte, por la soledad, por el silencio, por los aislamientos, por las divisiones, por la falta de trabajo causados tanto por la pandemia como también por la violencia que ha sido muy cruel y ha cimbrado con innumerables asesinatos, desapariciones, masacres, violaciones que han sufrido sobre todo tus jóvenes.
“Hemos vivido momentos de desconcierto y angustia. ¿A dónde acudir en tan terribles momentos? Y acudimos a ti Morenita, madre nuestra, y acudimos a ti para escuchar tus dulces y consoladoras palabras”, dijo el Obispo de Irapuato al pie del altar a la Virgen de Guadalupe.
Enrique Díaz Díaz señaló que pese a la violencia que se vive en los municipios de la Diócesis de Irapuato, no es momento de caer en depresión, sino antes bien unirse para entre todos superar esta situación que se vive.
“Desde este santuario tan apreciado por nosotros hago la invitación a todos y la exigencia de seguir construyendo una nueva sociedad, no podemos caer en pesimismo y en lamentaciones, tenemos que seguir construyendo, tenemos que seguir con la esperanza del Evangelio, no estamos solos, el Señor está con nosotros, el Señor camina con nosotros y necesitamos construir esa nueva realidad, esa nueva sociedad"