Sobrevive a la batalla
Creyó que moriría y que dejaría solos a sus dos primeros hijos
Hace 20 años, Patricia Marisela Hernández López fue diagnosticada con cáncer de mama, la noticia fue como si le cayera un balde de agua helada, pues creyó que moriría y dejaría en la orfandad a sus dos primeros hijos; aseguró que es necesario que, tanto mujeres como hombres, se autoexploren, para prevenir y detectar el cáncer.
Hace 20 años, Patricia Marisela Hernández López fue diagnosticada con cáncer de mama, la noticia fue como si le cayera un balde de agua helada, pues creyó que moriría y dejaría en la orfandad a sus dos primeros hijos, uno de ellos recién nacido; ahora que ella ha sobrevivido a la enfermedad, aseguró que es necesario que, tanto mujeres como hombres, se autoexploren, incluso desde la pubertad, para prevenir y detectar el cáncer.
Era el año 2000, y Patricia Marisela Hernández López aún se encontraba en periodo de lactancia por el nacimiento de su segundo hijo, ella no acostumbraba a tocar ni autoexplorar sus senos; sin embargo, un día notó que uno de sus lunares comenzó a expulsar líquido y sangre, eso le preocupó y en sus revisiones médicas por la lactancia, decidió contarle a su doctor lo que ocurría.
Sin pensarlo, su médico llamó al oncólogo, quien es especialista para tratar el cáncer y que aquel día se encontraba en la clínica, revisaron a Patricia, la mandaron a realizarse estudios y ahí recibió la respuesta de que tenía cáncer de mama.
Todo sucedió tan rápido, la noticia llegó como un rayo y semanas después ella estaba siendo ingresada al quirófano para la extirpación de una parte de su seno derecho.
“Es como si te cayera un balde de agua helada, o como si te subieras a una silla voladora, de bajas y no se sabes ni para dónde vas a caminar, así fue mi sensación al recibir la noticia, pero todo fue tan rápido que los doctores no me dieron chance de nada, ese mismo día me enviaron a hacer los análisis, a los días me operaron y a los 40 días ya me estaban dando el primer ciclo de quimioterapias”.
Patricia aseguró que tuvo la fortuna de haber sido diagnosticada y atendida con tanta rapidez, ya que si lo hubiera dejado pasar, no viviría para contarlo; sin embargo, lo más complicado estaba por llegar: las quimioterapias.
Recibió quimioterapias y durante cinco años llevó todo un proceso de recuperación, para Patricia fue lo más complicado, ya que las quimioterapias le destruyeron su autoestima.