El alfa y el omega de los bienes raíces
El proceso de compra-venta de inmuebles en México está plagado de ineficiencias, explica el emprendedor Bernardo Cordero, quien es cofundador de la startup Flat. La principal razón de esto es la ausencia de información: sin asesoría, los vendedores no saben establecer un precio justo o cómo aportarle valor al inmueble para alcanzar los máximos beneficios posibles, en tanto que los compradores carecen de los datos que justifiquen el precio que están pagando.
“Cuando estás trabajando en un mercado sin información todo se vuelve mucho más complejo e ineficiente: el vendedor no sabe a cuánto vender y el comprador no sabe cuánto debería estar pagando, en tanto que el bróker o asesor está tratando de hacer su trabajo. Todos con intereses distintos”, platica.
“Para nosotros ese es el reto más grande, el cómo trabajar en un mercado sin información pública y al mismo tiempo crear data que todos podamos utilizar para mejorar el proceso de compra-venta de los inmuebles”, asegura.
Es por eso que Bernardo, un veterano del sector tecnológico y el capital venture decidió junto a su socio Víctor Noguera crear Flat, para disrumpir en este mercado de poca información y atraso tecnológico pero de multimillonarios flujos de dinero y llevarlo a un siguiente estadio.
Flat es una plataforma digital que habilita para que cualquiera venda su bien inmueble usado y reciba por él un pago justo.
Lo que hace de Flat única es que es la propia empresa acude a los inmuebles, realiza una valuación, de ser aceptada por el vendedor adquiere los inmuebles, los remodela y luego los pone a la venta.
Esto la diferencia de los múltiples marketplaces digitales, en los que sólo los vendedores o inmobiliarias publican sus bienes inmuebles para la venta.
De esta manera es que Flat, más que sólo un intermediario tecnológico, se convierte en una inmobiliaria.
Este cambio de paradigma dentro del proptech trae múltiples beneficios tanto para compradores como para vendedores.
A los primeros se les ofrece un inmueble totalmente restaurado con un lenguaje de diseño de calidad y homologado entre todos los departamentos pensado por Flat, lo que les otorga valor.
Asimismo por ser un inmueble usado éste resulta más barato en comparación contra inmuebles nuevos en las mismas zonas y posiblemente más pequeños.
“Mucho del mercado se ha ido a vivienda nueva por toda la complejidad legal, falta de información, y dificultad en temas de conocimiento y de calidad en los departamentos usados. Por esto la gente se va a comprar algo nuevo pero tienen que reducir el número de metros cuadrados o cambiar la ubicación que quieren.
“Aquí estamos creando un producto 100 por ciento remodelado, inspeccionado y con certificaciones, que no existe en el mercado para los compradores”.
Pero quizá el mayor impacto de Flat son para los vendedores pues les evita la laboriosa tarea de remodelar, buscar compradores, recibirlos en los inmuebles, negociar un precio y vivir el estira y afloja con las diferentes instancias legales y financieras que avalan la compra-venta.
Aquí es donde el componente tecnológico y análisis de datos de Flat se hace todavía más patente.
En Flat los vendedores se registran, solicitan la visita de un valuador de la empresa y este realiza el cálculo de cuánto podría recibir por el inmueble con base en un estudio con más de 200 variables, como su ubicación, la demanda existente, tamaño, número de cuartos, amenidades, estado general y elementos que no suelen ser considerados en las valuaciones, como la disposición respecto al paso del sol en invierno, número de ventanas, si los cajones de estacionamiento están en batería o se bloquean los unos a los otros.
Si los vendedores aceptan la valuación de Flat, el proceso de compra-venta puede concluirse desde que se registraron en la plataforma hasta que recibieron el dinero en cuestión de una semana, cuando de la manera tradicional el proceso de compraventa de un inmueble en México es de hasta un año.
“Tu opción hoy en día es pasar por un proceso de meses donde contratas a un agente, recibes 40 visitas, igual y remodelar el departamento para venderlo a buen precio. Con nosotros básicamente es automatizar un proceso que hoy resulta bastante largo y complejo”.
LA NOSTRA ROTTURA
Bernardo, bien conocido en el ecosistema emprendedor, es parte del grupo al que la organización mundial de emprendimiento Endeavor bautizó como “La Mafia Linio”.
“Mentes brillantes entrenadas en un ambiente que abre los horizontes de la creatividad, desarrollan modelos de negocio disruptivos y los aplican de tal forma que revolucionan toda una industria”, los describió Endeavor en un informe.
Junto a Antonio Nunes, Pedro Freir y Andreas Mjelde, Bernardo es uno de los fundadores originales del e-comerce méxico-colombiano Linio, el cual con el paso de los años probó ser uno de los máximos semilleros de talento tecnológico.
Luego de Linio, ex trabajadores se han ido para fundar empresas disruptivas de base tecnológica en múltiples industrias, como el retail, procesadores de pago, mascotas, seguros, logística, neobanca, recursos humanos, el capital venture y hasta colchones; esto mediante emprendimientos como Mercadoni, Tillit, Envíoclick, Covela, Luuna, Everdeen Capital, Bayonet o Kavak.
En el caso de Bernardo, él abandonó
Linio en 2016 para fundar su propio fondo de capital venture STARTEGY, junto a su socio Victor Noguera, quien en ese momento ya gozaba de una robusta carrera al interior de la prestigiada firma The Boston Consulting Group como líder de proyecto.
Mediante STARTEGY, Bernardo y Victor dejaron de lado la operación y se enfocaron a financiar a emprendimientos como el facilitador de open banking Belvo, el neobanco Klar o el administrador de recursos humanos Worky.
Gracias a este contacto con el ambiente emprendedor, explica Bernardo, es que junto a Victor reparó en la ausencia de emprendimientos realmente disruptivos para el caso de los bienes raíces, además de extrañar estar en los controles de una empresa propia, por lo que fundaron Flat en julio de 2019.
“Invertimos principalmente en fintech y nuestra estrategia era ser los primeros cheques de las empresas y las ayudábamos a los emprendedores a crearlas. Lo
La propia empresa acude a los inmuebles y realiza una valuación, luego los adquiere, los remodela y los pone a la venta