Sin políticos corruptos ¿de qué vamos a platicar?
¿Qué pasaría en nuestro México
lindo y querido si la corrupción fuera abatida en un 100% entre los políticos ladrones, desde el de más arriba hasta el de más abajo? ¿Qué publicarían los medios de comunicación empeñados en denunciarla y combatirla? Se volverían insípidos, aburridos y complacientes con los detentadores del poder público que ya no cometerían delitos de esa índole y por lo tanto serían honestos y confiables. ¡Horror! han expresado al respecto. Sin embargo, la postura de los militares que ocupan cargos de primer nivel en el gabinete de Donald Trump, respecto de la agenda con México, es más equilibrada.
Qué va a pasar con la cuna de la grilla política comarcana osease el restaurante del hotel Posada del Río? Se tornaría en un lugar fastidioso, sin los temas que ahora se manejan a placer. No habría, desde luego, temas interesantes y los críticos del gobierno desaparecerían sin remedio. Por lo tanto, sería un desperdicio imperdonable ignorar los sesudos comentarios de los toma café alrededor de los actos de corrupción de moda para no perder el hilo.
Por lo tanto, si desapareciera la corrupción, se disolverían las tertulias de sobremesa y por ende, los criticones de todo mal gubernamental ya no tendrían pretextos para salirse de casa y dejar a la señora a cargo de la cocina, del tejido y del lavado.
En el estado de Coahuila, la tierra de los dinosaurios, hay fama de que sus últimos gobiernos han sido corruptos, una práctica común en otras entidades de la República Mexicana donde existen inquietudes similares. Los gobernantes, por su parte, al acabarse la corrupción, pasarían a un segundo término pero seguirían malversando el dinero público para no perder la costumbre ni los reflectores que los han encumbrado en el país y en el extranjero.
Pero al mismo tiempo en la CDMX surgió un grupo integrado por periódicos y revistas de combate; analistas y comentaristas políticos que están dispuestos a continuar en la brega diaria en contra del deshonesto comportamiento de los funcionarios públicos que atesoran por montones el dinero de los contribuyentes.
Se prevén enfrentamientos entre los defensores de la corrupción y los que están en contra, osease los contribuyentes, y se sabe que los líderes de la CNTE, del SNTE y de los sindicatos de petroleros y electricistas –la CTM no porque quedó muy devaluada desde la muerte de don Fidel Velázquez- no permitirán por ningún motivo que la Organización Internacional del Trabajo y la ONU intervengan en sus corruptelas y ya solicitaron el asesoramiento de priistas y panistas, perredistas y morenistas a fin de mantenerse a la vanguardia en ese sentido, cosa que los vividores del presupuesto les agradecerán toda la vida.