Día imborrable y lleno de sacrificios
Guadalajara.- Fanáticos de Salamanca, Celaya, Zacatecas, Ciudad de México, Sinaloa y otros estados se postraron en los alrededores de La Minerva ansiosos porque ya comenzará el espectáculo y todos coincidieron: vale la pena haber perdido un día de trabajo o escuela, por lo que llegaron con tiempo de sobra para tener un buen lugar y observar a su ídolo.
Para cualquier lado que se volteaba, las gorras, chamarras y camisetas de los Toros Rojos con el 11, se observaban a kilómetros de distancia.
“Vengo desde Celaya e hicimos cuatro horas. Llegamos desde las 10 (de la noche) y de aquí no nos hemos movido. Estoy muy emocionado y ya quiero que salga. Soy su fan desde hace cinco años. Pedimos permiso en el trabajo, pero si no lo hubiera hecho, no me importa. Es Checo”, sostuvo Francisco.
“Llegué sólo desde la madrugada. Lo que he esperado ya valió la pena, porque el escuchar ‘rugir’ el motor, se siente algo indescriptible. Esperemos ser motivación (Jalisco) para que gane el Gran Premio de México. La escuela y el trabajo, pues ahí están (ríe)”, refirió
Héctor González.
“Siento mucha emoción y aunque no voy a ir al Gran Premio de México, mínimo verlo aquí sin importar el día. Ahí dejé la escuela, que Checo me firmé un justificante”, señaló entre risas, Sandra.
Uno de los aficionados fue más allá sobre lo que significa Checo para los mexicanos, al no dudar en señalar que es un ejemplo para todos, debido a su extracción humilde.
“Viene desde abajo, le ha batallado en varias carreras, eso se me hace ejemplar”, remarcó Alan López. /
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