Francia, de nuevo es víctima del terrorismo
Triple ataque yihadista de un solo hombre dejó tres muertos y 16 heridos
PARÍS, Francia. Tres personas fueron asesinadas y otras 16 resultaron heridas en tres ataques sucesivos perpetrados en Trèbes, cerca de la ciudad de Carcassone, por un terrorista yihadista de origen marroquí que se proclamó “soldado del califato” islamista.
Las fuerzas del orden francesas abatieron finalmente al autor de esas agresiones, que durante tres horas se había atrincherado -con varios rehenes en su poderen un supermercado de esa ciudad de cinco mil habitantes ubicada a 770 km al sur de París.
Apenas minutos después de su muerte, el grupo Estado Islámico (EI) reivindicó desde Beirut el triple ataque.
En los contactos telefónicos que mantuvo con un negociador de las fuerzas del orden, el atacante reclamó la liberación del terrorista Salam Abdeslam, implicado en los atentados del 13 de noviembre de 2015 en París que provocaron 130 muertos.
El responsable de los ataques, que actuó solo, fue identificado como Reduane Lakdim, franco-marroquí de 26 años que purgó cinco condenas breves por delitos comunes. Era conocido de los servicios de inteligencia, que lo habían fichado a partir de 2010 cuando entró en contacto con los islamistas de tendencia salafista. Los expertos en antiterrorismo consideraban que su radicalización era solo teórica. “Pasó a la acción bruscamente”, declaró el ministro del Interior, Gérard Collomb.
El ataque, que se desarrolló en tres etapas, comenzó en Carcassonne a las 10 de la mañana, cuando Lakdim hirió gravemente de un disparo al conductor de un automóvil para robarle el vehículo y mató a su acompañante.
El agresor utilizó luego ese coche para trasladarse hasta un cuartel de las fuerzas de seguridad de Carcassonne, donde efectuó seis disparos contra un grupo de agentes de fuerzas del orden que regresaban de una sesión de jogging. Uno de los policías, herido en un hombro, fue hospitalizado en grave estado.
Minutos más tarde ingresó al supermercado de la ciudad de Trèbes con un revólver en una mano y un cuchillo en la otra, gritando “Alahu Akbar” (Dios es grande) y “soy un soldado del Estado Islámico”. En esa acción mató a un empleado y a una clienta, hirió a varias personas y tomó como rehén a una empleada.
El asalto lanzado por la policía para neutralizarlo fue posible gracias al “heroísmo” del teniente coronel de gendarmería Arnaud Beltrame, según afirmó el presidente francés Emmanuel Macron. Ese militar de 44 años se ofreció como voluntario para reemplazar a una mujer que se encontraba en poder del terrorista. En el momento de efectuar el intercambio, Beltrame dejó su teléfono sobre una mesa con el micrófono abierto, lo que permitió al grupo de élite intervenir cuando escuchó un disparo. Sintiéndose traicionado, el terrorista efectuó varios disparos contra el militar, que resultó gravemente herido y “lucha entre la vida y la muerte”, según Macron.