CUÑA EN EUROPA
El mayor éxito de una injerencia rusa en Occidente fue el referéndum sobre el Brexit, que concluyó con la salida británica de la UE y puso la primera cuña en la unidad europea.
Durante la campaña operaron 156 mil 252 cuentas Twitter basadas en Rusia, y en las últimas 48 horas circularon 45 mil mensajes con “fake news” y argumentos favorables al leave (salida), según una investigación conjunta de las universidades de Swansea (Gales) y Berkeley (California).
En torno de los partidarios del Brexit orbitaba un grupo conocido por sus vínculos con Moscú como el líder del partido UKIP, Nigel Farrage, admirador de Putin y de
Twitter basadas en Rusia lanzaron mensajes favorables a la salida del Reino Unido de la Unión Europea, 48 horas antes de la votación
Trump; el millonario que financió la campaña del Brexit, Arron Banks, casado con la rusa Ekaterina Paderina; Matthew Elliott, mano derecha del actual canciller británico Boris Johnson. Elliott era un frecuente interlocutor de Sergey Nalobin, un diplomático ruso expulsado en 2015 tras la investigación sobre el asesinato del disidente Alexander Litvinenko.
ALEMANIA NO SE SALVA
Lo mismo ocurrió en Alemania, donde las elecciones de octubre fueron perturbadas por la intensa promoción del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), realizada en las redes sociales por la “sinfónica” de activistas que opera al servicio del Kremlin. Esa injerencia fue documentada por el grupo Alliance for Securing Democracy con sede en Washington, que codirige Laura Rosenberger, exconsejera de asuntos internacionales de Hillary Clinton.