Movimientos calculados... y descontrolados
WASHINGTON, DC. Como famoso de los "reality shows" y como presidente de EU, Donald Trump mantiene una relación de codependencia con la prensa, a la que ataca y también utiliza para movilizar a su base electoral. Trump ha incrementado sus ataques a los medios en los últimos meses en un intento calculado para movilizar a los votantes republicanos de las zonas rurales que suelen votar en menor proporción que la oposición demócrata en las elecciones legislativas, que se celebrarán en noviembre. Aunque intenta dosificar sus exabruptos, Trump a veces pierde el control y, cuando ve algo que le indigna en televisión, acude a Twitter para responder con una avalancha de mensajes a lo que considera las críticas injustas de los "medios de comunicación falsos" ("fake news"). Otros antes que Trump atacaron a la prensa. El expresidente Richard Nixon (1969-1974) cuestionó la credibilidad de The Washington Post que destapó el escándalo del Watergate, mientras que el desdén por los medios de George H.W. Bush (1989-1993) inspiró el mensaje "Molesta a los medios, vota por Bush" durante su campaña para la reelección 1992.