Vórtice, universo paralelo para tres aeroplanos
Un verdadero artista nunca deja de crear. Y aunque puede sonar paradójico; sin abandonar sus temas y su estilo se renueva en cada obra.
Esta idea me viene a la mente luego de disfrutar, de principio a fin, la maravillosa puesta en escena Vórtice, universo paralelo para tres aeroplanos, con la que el colectivo Teatro sin paredes hace una breve temporada presencial en el teatro Julio Castillo.
Se trata de un montaje enorme (en más de un sentido) con el que, me atrevo a decir, Teatro sin paredes se gradúa con los máximos honores, y en el que recoge lo mejor de cada una de sus pasadas puestas en escena y lo crece exponencialmente al máximo.
De entrada, la premisa de la historia es muy singular: Tres conocidos aviadores (la estadunidense Amelia Earhart, el noruego Roald Amundsen y el francés Antoine de Saint-Exupéry), quienes desaparecieron a mitad de sus vuelos, en realidad, según esta obra, fueron abducidos por un vórtice espaciotemporal y se encuentran atrapados en una dimensión paralela desde la que pueden observar el paso mortal de la humanidad sobre la Tierra.
Paralelamente, la puesta en escena se ubica en otros dos tiempos y realidades distintas: México en 2068, en plena catástrofe ecológica derivada del calentamiento global y la sobreproducción industrial; y el espacio sideral en el año 3049, cuando los humanos han tenido que abandonar la Tierra para colonizar Marte.
No ahondaré en la anécdota creada por Jorge Maldonado, pues evidentemente vale la pena irla descubriendo escena a escena, pero no puedo dejar de comentar el enorme rompecabezas que han armado para desarrollar este montaje, y por supuesto reconocer la aportación de cada uno de los talentosos artistas que se han sumado.
El equipo creativo lo integran: Ana Patricia Yáñez (diseño de escenografía), Daniel Hidalgo (diseño sonoro y música original), Juan José Saravia (realización cinematográfica, edición y animación), Héctor Cruz (videoarte y dispositivo multimedia), Sergio Felipe López (diseño de Iluminación), Mario Marín del Río (diseño de vestuario), Homero Guerrero (diseño sonoro adicional), Francisco Bringas (composición musical interpretada en vivo), y Vivián Cruz (coreografía).
A ellos hay que agregar a quien sirve de amalgama para todos estos creadores: David Psalmon, director de escena, y en esta ocasión además actor, junto con Beatriz Luna, Micaela Gramajo Szuchmacher, Nicolas Sotnikoff y Osvaldo Sánchez. A quienes hay que sumar a Joaquín Cosío y Hernán Mendoza, que interpretan virtualmente dos personajes.
El prestigio de Teatro sin paredes crece y crece y crece con cada montaje. Con Vórtice, universo paralelo para tres aeroplanos, ha dado un salto enorme que vale, ¡vaya que si lo vale!, no perderse por nada del mundo.
La obra se presenta en el teatro Julio Castillo (atrás del Auditorio Nacional) de jueves a domingo, sólo hasta el 18 de abril.