Sembrando Vida emplea a migrantes
Antonio Mendoza tiene 29 años, es nativo de Nicaragua, pero por la falta de oportunidades laborales tuvo que emigrar de su país hacia el sur de México. Se ha podido emplear en el programa Sembrando Vida del Gobierno federal, razón por la que lleva cuatro meses en tareas de campo en el vivero forestal Tapachula, ubicado sobre la carretera a Playa Linda.
En las 523 hectáreas que comprende el vivero, resuena entre las charlas de los recesos la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador de llevar este programa de reforestación a Centroamérica, con el apoyo del gobierno del presidente Joe Biden.
Para Antonio la propuesta no suena descabellada. Al menos en su país, asegura que existen las tierras y recursos naturales para emplear a cientos de nicaragüenses como lo hace él en el vivero más grande de Latinoamérica, situado en la calurosa Tapachula.
Actualmente, al igual que Antonio, unos mil 600 migrantes han sido empleados en este programa en la frontera sur; la mayoría están distribuidos en Suchiate, Tapachula y Mapastepec.
Pero la cifra no se detiene allí. Según Jorge Aguilar Reyna, coordinador territorial de Sembrando Vida Tapachula, en el sureste de Chiapas se han empleado a dos mil 400 extranjeros y cada tres meses el padrón se renueva para integrar a nuevos trabajadores.