Cambian granos por agave en Guanajuato
Hay regiones donde esta planta es el único cultivo, lo que dificulta que otras especies puedan sobrevivir
IRAPUATO. El boom de la siembra de agave alcanzó a Guanajuato. Para muchos se ha convertido en la gallina de los huevos de oro, pero hay un riesgo latente: si no se da una producción controlada del agave, el estado podría vivir lo que en otras entidades se le ha conocido como “la maldición del oro azul”, es decir, el cúmulo de afectaciones provocadas por el monocultivo de esta planta con la que se produce el tequila.
Quienes ingresaron a la producción del agave en Guanajuato lo hicieron por dos motivos. El primero, porque ante el encarecimiento de insumos para producir granos tradicionales como maíz, trigo, sorgo, cebada y frijol, sus cosechas se volvieron poco rentables, aunado a los casi nulos apoyos gubernamentales para el campo y la sequía.
Y la segunda, porque les dijeron que lo más conveniente era rentar sus tierras, pues les darían entre 20 mil y 30 mil pesos anuales por hectárea durante ocho años de contrato, dinero libre de todo impuesto y gravamen, casi el doble de lo obtenían si continuaban sembrando granos.
Todo parece un ganarganar, pero la realidad es otra. Hermes Santana Arroyo, investigador de suelos agrícolas de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México y autor del estudio Riesgos del monocultivo de agave en la región de Jalisco, señaló que Guanajuato está a tiempo de revertir los problemas que tienen varios municipios jaliscienses que apostaron por el monocultivo de agave y hoy son tierras en recuperación, pues estuvieron al borde de la erosión.
“Hay muchas personas a las que les rentaron sus tierras y les dijeron que una vez que terminara el contrato, podrían volver a sembrar, cosa que no es cierta. Si un terreno se vuelve de monocultivo, automáticamente inhibe que otras plantas puedan producirse. Eso les pasó a los dueños de terrenos de Jalisco que rentaron sus tierras y cuando se las dejaron, ya no pudieron sembrar maíz. La tierra quedó adaptada para únicamente producir agave… Guanajuato tiene que aprender a no tener monocultivo o su calidad del granero del Bajío está en riesgo, todavía más en riesgo que lo que le ha generado la industria y las sequías prolongadas”, explicó el investigador.
El caso de Jalisco, agregó Hermes Santana, obligó a que cuando se cumplieron los ochos años de contrato, tiempo en que tarda en madurar la planta del agave azul, los productores quisieron sembrar nuevamente maíz, pero no pudieron hacerlo.
“Dos años y no podían sembrar, entonces optaron por vender sus tierras; los compradores fueron las tequileras que antes les rentaban sus parcelas”.
Guanajuato está a tiempo de revertir los problemas que tienen varios municipios jaliscienses que apostaron por el monocultivo
BOOM DEL TEQUILA
La industria del tequila va viento en popa en Guanajuato. Actualmente hay 37 mil hectáreas sembradas con agave azul en siete municipios: Abasolo, Cuerámaro, Huanímaro, Manuel Doblado, Pénjamo, Romita y San Francisco del Rincón. Tequileras como José Cuervo o Corralejo ven en los campos de Guanajuato una veta de producción de agave de calidad e incluso, en menor tiempo de lo que se produce en Jalisco.
Por ello, los nuevos contratos que hacen las tequileras con propietarios de tierras son de sólo seis años y ya no de ocho, porque las “piñas”, como se le conoce a la base del agave, maduran más pronto, aunque eso signifique que los campesinos tengan dos años menos de ganancia por la renta de sus tierras.
En el congreso Del agave a tu mesa, celebrado en diciembre de 2020 en Romita, fue presentado el proyecto de la creación del clúster del vino y del tequila, como una forma de conectar el corredor QuerétaroGuanajuatoJalisco. Hermes Santana ha identificado algunas zonas que están tendiendo al monocultivo en el estado, como algunas comunidades de Cuerámaro y de Pénjamo. “Hasta ahora en Guanajuato el monocultivo no es un problema, pero no tiene que esperar ni la industria tequilera ni las autoridades estatales a que lo sea. Si evitan que el monocultivo afecte, Guanajuato será la región agavera y de alimentos más importante del país", señaló el investigador.