Zverev, nuevo rey en Madrid
SE LLEVÓ EL MASTERS 1000 DESPUÉS DE DESPACHAR EN TRES SETS A MATTEO BERRETTINI
l alemán Alexander Zverev conquistó el Masters 1000 de Madrid por segunda ocasión, a costa de Matteo Berrettini a quien barrió por parciales de 6-7, 6-4 y 6-3.
Encontró el número seis del mundo su premio a la constancia y solidez a lo largo de las dos horas y 42 minutos que duró un enfrentamiento plagado de alternativas hasta el tramo final, cuando el italiano decayó y Zverev aprovechó para cerrar el partido.
Fue un resultado frustrante parra Berrettini, ganador en Belgrado días atrás y que acometió el reto más relevante de su carrera en un año complicado, condicionado por lesiones que han mermado su progresión.
Zverev, más experimentado, se apuntaló la victoria por cuarta vez en un Masters 1000 con un saque fiable y tras mantener estabilidad hasta el final.
La fuerte lluvia que cayó sobre Madrid propició el cierre del techo de la pista. El alemán, que había llegado sin perder un set, tuvo que enderezar la situación ante el empuje de su rival.
El encuentro fue cerrado. Especialmente en el primer set, con los dos jugadores frescos. Hubo una rotura inicial del italiano compensada con otra posterior del alemán que llevó el desenlace al ‘tie break’. Berrettini aventajó con 5-0, pero Zverev acechó. Hubo alternativas. Posibilidad de set para los dos, sin embargo, fue el italiano el que resistió, ganó la manga y tomó ventaja.
Reaccionó Alexander Zverev, quien quebró en el noveno juego del segundo parcial, consolidó e igualó el encuentro. En el tercero, mantuvo la fortaleza a la vez que Berrettini empezó a flaquear. El alemán volvió a quebrar, en el quinto juego y su rival no fue capaz de enmendar el desequilibrio. No se recuperó y el germano cerró el triunfo sobre el servicio del italiano.
Es el tercer triunfo de Zverev sobre el italiano en los cinco enfrentamientos que han completado, todos en torneos del Masters 1000. Es su segundo triunfo del año tras el de Acapulco.
Matteo Berrettini, décimo del mundo, se quedó con las ganas de ganar un torneo de esta magnitud.