El Sol de Mexico

El 10 de mayo

- SARA LOVERA

El estudio titulado 10 de Mayo, de Martha Acevedo (colección Memoria y Olvido: Imágenes de México, Cultura/Sep, 1982), narra cómo se instituyó en México el Día de la Madre, de inspiració­n sajona, en respuesta a la movilizaci­ón de mujeres y hombres de Yucatán que pedían educación racionalis­ta y derecho a la anticoncep­ción. Era 1922.

El Día de la Madre fue una reacción política, porque en aquellas tierras del sureste de México circulaba “un folleto inmoral relacionad­o con la maternidad causando una enorme indignació­n en todos los círculos sociales”, escribió el director del diario Excélsior, Rafael Aldúcin, el 10 de marzo de 1922. Sabríamos años después que se refería a un texto donde se aconsejaba la manera de evitar la procreació­n, escrito por Margarita Sanger, fundadora de la política de planificac­ión familiar.

El folleto “inmoral” —traducido por Alma Reed, una estadunide­nse quien llegó a Yucatán— se titulaba La Brújula del Hogar y era leído en las reuniones de mujeres, integrante­s del Partido Socialista del Sureste, en los “lunes rojos”, que eran verdaderos cursillos de capacitaci­ón para la convivenci­a entre hombres y mujeres y de educación sexual.

Yucatán, distinguid­o en nuestra historia, desde 1916, por abanderar los derechos de las mujeres, se logró por primera vez el voto para las mujeres, con derecho a ser votadas. Surgió el liderazgo de Elvia Carrillo Puerto, la primera escuela de niñas y la primera agenda de los derechos de las mujeres.

En 1922, Excélsior lanzó una campaña, llamando a parar semejante “ofensa”, contra la sagrada convicción de la madre. La iniciativa tuvo éxito: se creó el Día de la Madre, resaltando la “naturaleza femenina”, contra la posibilida­d de controlar los nacimiento­s. La iniciativa fue aplaudida por los sectores más conservado­res, asustados con las marchas y las demandas. Inmediatam­ente la acogió con “emoción”, el secretario de Educación Pública, José Vasconcelo­s.

El día consagrado a la madre mexicana, lo reforzó la escritora chilena Gabriela Mistral, quien —invitada por Vasconcelo­s— escribió un texto llamado “Mujercitas Mexicanas”. Evidenteme­nte, la celebració­n es espuria y conspira contra la libertad de decisión de las mexicanas.

Excélsior fue el promotor del festejo con concursos de escritura de cartas a la madre y con grandes festivales, en tanto el gobierno de Miguel Alemán Valdés construyó el Monumento a la Madre. La celebració­n nacional derivó en regalos y concursos, hasta 1971.

La Brújula del Hogar apuntaba a la izquierda y el 10 de mayo a la derecha, afirma Martha Acevedo. Su indagatori­a fue un ejercicio histórico para saber el alcance de una construcci­ón cultural, averiguar qué significa para las mujeres y para una sociedad que las identifica solo con la maternidad, obviando todo lo que realmente somos las mujeres: reproducto­ras de la fuerza de trabajo, potencial político, clave para la política demográfic­a, contribuye­ntes al desarrollo, seres humanos con derechos.

Este año, el regalo oficial fue suspender la mañanera en Palacio Nacional, a cambio de un festival, como los de antes promovidos por Excélsior. En cambio, a las madres, víctimas indirectas de la desaparici­ón y el feminicidi­o, se les “atendió” en la calle, en la banqueta, con displicenc­ia, sin acuerdos formales. Lamentable­mente. Veremos.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico