Presión vence a Zuma y deja la presidencia
Llegó la hora de dimitir, acepta; su mala imagen y los escándalos de corrupción que lo rodeaban eran un lastre para el CNA
JOHANNESBURGO, Sudáfrica. Jacob Zuma anunció su dimisión como presidente de Sudáfrica al borde de cumplirse el ultimátum de salida de su partido, el histórico Congreso Nacional Africano, para el cual se había convertido en un lastre por su mala imagen y múltiples escándalos de corrupción.
“He llegado a la decisión de dimitir como presidente de la república con efectos inmediatos”, comunicó, en un discurso público hecho antes de la media noche.
Aunque se manifestó en “desacuerdo” con la decisión y las formas adoptadas por sus camaradas, Zuma apuntó que siempre ha sido un “un miembro disciplinado” del partido, cuyas normas internas obligan a todos sus integrantes a acatar las órdenes de la cúpula, incluidos los cargos electos.
La cúpula del CNA le había dado hasta ayer para abandonar su cargo bajo la amenaza de, en caso contrario, someterle a moción de censura hoy en el Parlamento (de mayoría oficialista).
Pese al acatamiento, Zuma dedicó la mayor parte de su intervención a argumentar que considera que la formación no siguió los cauces apropiados, ya que es el pueblo, a través de sus representantes (los miembros del Parlamento), el que debería definir la salida de sus líderes.
En ausencia de Zuma, Ramaphosa es ahora el líder llamado a ejercer la Presidencia, según había confirmado en esta jornada el tesorero general del partido, Paul Mashatile.
Tras el anuncio de dimisión, la vicesecretaria general del CNA, Jessie Duarte, valoró el anuncio y dijo que este es un momento “doloroso” y que la decisión de revocar al presidente fue “difícil”.
El debate sobre la salida de Zuma, que tenía mandato hasta 2019, venía detonado por su mala imagen y por los graves escándalos de corrupción que lo rodean.