Niños sirvieron de guía para agentes en operativo
Varias familias apoyaron la búsqueda de Humberto Corral. Padres e hijos salieron para ver con expectativa la movilización de los policías municipales y ministeriales, los cuales buscaban al agresor de su propia hija a quien degolló y que anoche fue detenido.
Después de la intensa movilización policiaca en la ciudad para dar con el paradero del papá y presunto agresor de Yahaira, el cual la intentó matar degollándola cuando iba camino a la escuela, la sorpresa y expectación entre la ciudadanía no se hizo esperar.
Decenas de agentes tomaron por asalto los cerros aledaños a la colonia Héroes de la Revolución, cuando bajan de las unidades los vecinos comenzaron a alarmarse y a salir para ver qué era lo que pasaba.
Al ver a los policías, de inmediato supusieron que buscaban a Humberto Corral, ya que durante la semana de manera seguida se hacían recorridos por parte de las patrullas.
La duda los invadía al punto que empezaron a preguntar a los oficiales a cerca de su presencia. Los agentes, cautelosos, se limitaban a decir que buscaban a un hombre, pero le interés de la gente fue más allá.
Ahora la pregunta no era qué hacían, sino si buscaban al papá de Yahaira. A lo cual respondieron que sí.
El apoyo comenzó a fluir con comentarios: “sí, allá arriba se mantiene, a veces va a un tiro de mina o en ocasiones se esconde en una cueva”. Por lo cual los oficiales se comenzaron a interesar en lo que la gente decía.
En un momento les preguntaron que si sabían la ubicación exacta de los lugares y antes de que los adultos respondiesen, los niños ya habían dado la respuesta que sí; incluso, se ofrecían a llevarlos al lugar exacto…
Se solicitó el apoyo a la ciudadanía y los niños eran los principales guiadores, al menos unos 20 pequeños encabezaron el contingente de investigadores y preventivos para lograr dar con el lugar donde esperaban que estuviera Humberto Corral.
La imagen se veía de manera singular, los guiadores eran los pequeños quienes, con su energía y entusiasmo, iban rumbo a las cuevas o tiros de mina en el cerro dando indicaciones a los oficiales.
Incluso, causaba sorpresa entre los adultos que se veían temerosos, algunos hasta quisieron llevar el ritmo de sus hijos para estar al pendiente de ellos; pero dado lo sinuoso del cerro mejor optaron por esperar abajo, ya que veían que los infantes iban resguardados por los ministeriales y municipales.
Después de varios minutos de verificar cada uno de los tiros de mina, así como las cuevas, se percataron que no estaba el papá de Yahaira. De manera cuidadosa, regresaron a los niños con sus familias para seguir la búsqueda en otros sectores y domicilios.
Al final, fue un día que muchos
de los pequeños recordará y que incluso podrán platicar por el resto de la semana con sus amigos y familiares, ya que formaron parte de la investigación para dar con la ubicación de Humberto Corral. Por un momento se sintieron policías, la valentía y entusiasmo siempre formó parte del recorrido que hicieron los oficiales.
El reflejo del apoyo de la gente, sobre todo de los infantes, quedó plasmado en las gráficas que, oportunamente, se pudieron capturar al momento que se desarrollaban las acciones de investigación.