Naolinco, rehén de la inseguridad
Habitantes del municipio viven con temor y además, les preocupa el futuro económico que pueda ocasionar
NAOLINCO, Ver.- El miedo se respira en las calles de Naolinco. Aunque la población lleva a cabo sus actividades de manera normal, es fácil percibir el temor tras los hechos de violencia ocurridos en los últimos meses y es que de acuerdo a los habitantes se han cometido al menos cuatro secuestros o asaltos graves además de otro tipo de atracos menores.
La agresión cometida en días pasados en contra de un joven empresario en pleno centro de Naolinco provocó terror entre la población que ha decidido autoimponerse un “toque de queda” ya que después de las 9 de la noche no hay gente en las calles.
“Naolinco siempre ha sido un lugar muy tranquilo por eso este tipo de casos hace que la población se ponga muy, pero muy asustada (…) Ahorita vienes después de las nueve de la noche y ya no hay nadie en las calles, es muy raro ver gente”, aseguró una joven empleada de un negocio de zapatos quien prefirió omitir su nombre por temor.
Ella misma asegura que la inseguridad ha tomado por sorpresa a la población ya que aunque el ataque en contra de un joven empresario ha sido el hecho más impactante, en las últimas fechas se ha presentado otro tipo de hechos de violencia como asaltos a pesar de los rondines policíacos en la cabecera municipal.
Detalló que el temor de los ciudadanos ahora es que Naolinco se convierta en un foco rojo en materia de seguridad ya que esto impactaría de manera directa en la llegada de visitantes y turistas y por ende en la economía del municipio que depende en gran medida de las ventas y los servicios turísticos.
“Puede afectar a las ventas y Naolinco siempre se ha caracterizado por el turismo”, indicó.
DECAE TURISMO
“Es muy triste ver nuestra realidad, tenemos ahora una carretera muy bonita que acaban de arreglar pero de nada nos ha servido porque estamos perdiendo la confianza de las personas por que no hay la seguridad para traer a sus familias y a sus hijos. Tienen miedo”, expuso Darío de Jesús Aburto, encargado del Restaurante Marce ubicado en el centro de la entidad.
Él mismo explica que existe miedo generalizado entre la población, no solo por su seguridad personal sino también por el futuro económico ya que la mayoría de las personas viven de manera directa o indirecta del turismo que en las últimas semanas ha disminuido considerablemente. “En nuestro negocio no hay ni un alma y eso mismo pasa en la calle principal que siempre tiene gente”, lamentó.
Detalló que la inseguridad también podría ser un obstáculo para lograr el nombramiento de Pueblo Mágico, distinción que otorga la autoridad federal y con la que los naolinqueños han soñado desde hace varios años ya que ven en ella un impulso a la economía regional. “Los negocios están cerrando porque ya no es productivo y han llegado inversionistas pero se van. Nos merecemos el nombramiento y ayudaría bastante a Naolinco (…) aunque la violencia sería significativa y yo creo que sí nos afecta pero ya corresponde a las autoridades el tema de la seguridad”, expresó.
POLICÍA INCAPACITADA
“Ya no sabe uno ni de quién cuidarse, ya nos tocó cerca” asegura Dulce, propietaria de un negocio ubicado en la calle Revolución a escasos metros del punto en el que un joven empresario zapatero fue atacado a balazos luego de un intento de secuestro.
Explicó que la falta de capacitación de los elementos policiacos provocó que ellos mismos “dieran por muerto” al joven atacado a balazos retrasando la atención médica tan necesaria en esos momentos. “Vieron que estaba la sangre y para ellos ya estaba muerto. Fue hasta que vinieron auxiliares que checaron que estaba vivo y lo trasladaron”, dijo.
Aunque se intentó contactar a las autoridades municipales para conocer las medidas que se han llevado a cabo para mejorar la seguridad, ni el presidente municipal ni la síndica se encontraron en sus lugares de trabajo y la respuesta del personal es que no regresarán hasta la próxima semana.
Cabe destacar que mientras se acudió a la presidencia municipal para buscar respuestas, los elementos policiacos obstaculizaron el trabajo periodístico.
Ahorita vienes después de las nueve de la noche y ya no hay nadie en las calles, es muy raro ver gente”