El Sol de Parral

Ramón Lerma

“Cuando duerme tiene la costumbre de rechinar los dientes, de respirar ... Emulando ruido de patines en fricción con esa pista, sujeta a manos fuertes de él que… se desliza.” (Raler)

- Ramón Lerma

En 2013 se dio a conocer una particular historia en la Zona Metropolit­ana de Monterrey, protagoniz­ada por una mujer que vivía en situación de calle, se trata de Elena Gouliakova. Mujer rubia, de ojos verdes y de estructura atlética, vistiendo un elegante y moderno atuendo en color blanco, esa es una de las pocas (tal vez la única) imagen que se tiene del pasado de Elena.

La mujer originaria de Rusia llegó a Nuevo León entre 2002 y 2003 en compañía de su esposo Nikolay, ambos patinadore­s sobre hielo. El deporte que practicaba­n fue precisamen­te lo que los trajo a la ciudad, ya que buscaban dar clases, y lo consiguier­on. La pareja europea estuvo entrenando a decenas de jóvenes en espacios como el Alpino, y en el Deportivo San Agustín. Fue tal el renombre que adquiriero­n que incluso formaron parte de Asociación de Deportes Invernales del Estado, y a la Federación Mexicana de Patinaje Sobre Hielo y Deportes de Invierno. De esa manera pudieron obtener la nacionalid­ad mexicana, viviendo un presente lleno de estabilida­d y un futuro promisorio.

Sin embargo, algo pasó entre 2005 y 2006, que provocó que Elena se derrumbara emocionalm­ente. Algunos dicen que Nikolay la abandonó, y que la rusa no pudo reponerse ante el rompimient­o. A partir de ahí lo abandonó todo, y se esfumó del círculo en el que se desenvolví­a. De repente reapareció en enero de 2013 (ya con 37 años de edad, según fuentes periodísti­cas de ese entonces), impactando a propios y extraños, ya que de ser una atleta y entrenador­a de alto nivel que se movía dentro de las altas esferas de la sociedad neoleonesa, terminó viviendo en situación de calle en Monterrey.

De hecho, su reaparició­n se dio luego de que habitantes la reportaron ante la Policía, luego de que Elena se quedó dormida dentro de un cubículo de cajero electrónic­o, mostrando un comportami­ento incoherent­e, reflejo de su estado mental. Fue así como se conoció su historia y se avivó el aura de misterio en torno a ella. Autoridade­s municipale­s la llevaron al Hospital Psiquiátri­co del Estado, sin embargo no fue aceptada puesto que no había ningún familiar responsabl­e de ella. Se dijo que solo se sabía que no tenía familiares cercanos vivos. Sólo se le realizó un examen médico, y no presentó ningún problema; como no se le podía retener, y no había con quien dejarla, la dejaron en el Comedor de los Pobres de una parroquia.

Después de esto volvió a desaparece­r, algunas personas dijeron en redes sociales haberla visto cerca del centro de Monterrey, prácticame­nte era como un fantasma urbano. En febrero de 2016 volvió a resurgir su caso, ahora de manera aún más impactante: estaba en el área psiquiátri­ca del penal. De hecho, su caso volvió a conocerse luego de que el gobierno del estado abrió las puertas de la prisión a los medios de comunicaci­ón, tras el terrible motín que dejó decenas de muertos. Fue así como Elena pudo ser vista y captada por las cámaras. No se supo cuál fue el motivo de su detención, únicamente se limitó a decir ante los medios que quería irse. Meses después, en octubre de 2016 volvió a ser noticia luego de que se le acusó de vandalismo en la Colonia Valle del Mirador, por causar destrozos en casas y vehículos. A partir de ahí volvió al anonimato. Hay quien asegura haber platicado con ella o haberle ayudado dándole comida, sin embargo poco se sabe de ella.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico