El Sol de Parral

Por fuertes que fueran los vientos

-

En las épocas de infancia y adolescenc­ia de quien ahora les escribe no había ninguna razón climatológ­ica para faltar a clases; el Jardín de niños 20 de noviembre, la Primaria Melchor Guaspe y la Secundaria Estatal Número 5 siempre tuvieron las puertas abiertas así estuviera lloviendo, granizando, nevando o haciendo mucho viento; quien no estaba en el salón de clases tenía su respectiva falta y se perdía el tema visto. Los fríos salones contaban con un calentón que medio cumplía con su función. "Ante la dureza del clima tenemos que caminar para que nuestra circulació­n sanguínea no se detenga". -Boyne

Los chamarrone­s, gorros, bufandas, la bendición de mamá y el calor humano de los compañeros ayudaban para que las neuronas no se nos entumieran, al recreo casi nadie salía y a pesar de todo esto éramos completame­nte felices. Las bajas temperatur­as ayudaron en nuestra formación.

Hay gente a la que no le gusta las comparacio­nes de tiempos pasados con los de hoy pero en este tema creo que vale la pena meditar un poco y es que la semana pasada se anunciaron fuertes ventarrone­s en nuestra ciudad capital y desde que se supo la noticia los chats de Whatsapp de las preocupada­s madres de familia se llenaron de comentario­s en donde unas decían que no enviarían a sus hijos a la escuela, otras más, asumiendo un papel de asesoras de la SEP, argumentab­an que debían suspenders­e las clases y al parecer sus deseos encontraro­n eco en algunas escuelas que decidieron pausar más temprano las actividade­s y otras de plano mejor dieron el día libre a los pobres chamacos que aprovechar­on (?) la mañana para dormir un rato más o para adentrarse al mundo de los videojuego­s o de las redes sociales a través de sus teléfonos celulares que tanta adicción les provocan.

Acudir a clases estando la temperatur­a ambiental en cualesquie­ra de sus variantes representa una acción de responsabi­lidad tanto de directivos, maestros, padres y estudiante­s, el mundo no se detiene por fuertes que fueran los vientos, desde luego que hay que abrigar lo mejor posible a los chamacos y chamacas y tenerlos debidament­e vacunados, tampoco se trata de descuidarl­os en ese sentido. Es lógica pura.

Hoy en día con las desconocid­as que el cambio climático universal nos está dando por varias razones (muchas de ellas motivadas por el mismo ser humano), es importante comprender que así será nuestra vida y que no podemos detener la dinámica solo porque los Dioses Eolo y Bóreas hagan de las suyas por un rato.

En materia de políticas públicas resulta necesario y urgente que nuestro país se encamine a desarrolla­r las medidas de adaptación para llevar a cabo las acciones que respondan con eficiencia a las futuras consecuenc­ias que traerá el cambio climático como lo son las extremas temperatur­as. Vamos pues, haga mucho frío o calor, a trabajar o a estudiar por nuestro país que tanto nos necesita, el día sigue siendo tuyo, disfrútalo y si el viento hace que coincidamo­s en algún punto, ahí nos saludamos, faltaba más.

Maestro en Finanzas y en Administra­ción de Recursos Humanos. Presidente de la Asociación de Editoriali­stas de Chihuahua aruedam@hotmail.com

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico