La espiritualidad es el camino
La sombra de la pederastia dentro de las filas clericales de la Iglesia católica acompaña al Papa Francisco en todos sus viajes, y ahora en Chile no ha sido la excepción. La grey católica está escandalizada y sacudida por estas aberrantes circunstancias de “curas desviados” que no solo han ofendido su vocación, sino escandalizado y sacudido las entrañas de la misma Iglesia, y que ha llevado al Papa a exclamar en este viaje difícil: “(…) siento dolor y vergüenza por los numerosos escándalos de abusos sexuales cometidos por clérigos chilenos, ante el silencio cómplice de jerarcas que tenían conocimiento. No puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza ante el daño irreparable causado a niños por parte de los ministros de la Iglesia”. En este país que era muy católico y ahora escasamente llega al 45 por ciento de la población, los escándalos han depredado la imagen de la Iglesia, sobre todo desde el estallido en 2011 del caso Fernando Karadima, un sacerdote y guía espiritual, condenado por abusos prolongados a adolescentes y jóvenes de clase media acomodada y familias muy conocidas y tradicionales de Santiago.
No cabe duda que la religión organizada tiene muchos méritos y ha mantenido unida la estructura de nuestras culturas durante milenios, pero también históricamente ha tenido muchas fallas, y en “el Santo nombre de Dios” se han cometido infinidad de injusticias, guerras y aberraciones que han ocasionado lo que ya es evidente, que muchos fieles abandonen sus filas por la pérdida de fe. Incluso se ha dicho que “el mejor escondite del diablo suele ser la casa de Dios”. Por todo ello presenciamos ahora las plazas y centros comerciales llenos y las iglesias casi vacías. Pero contrario a este fenómeno, cada día vemos a más gente buscando afanosamente prácticas que los conduzcan a la espiritualidad, ya sea a través del yoga, del taoísmo, del budismo, del chamanismo o de cualquier otra práctica que intente darle sentido a una realidad común que todos compartimos. Todas esas expresiones tienen algo en común: explorar la esencia de esta realidad. Los dogmas se han quedado en el polvo del pasado y el hombre posmoderno, que tiene lo que las estrellas, y busca afanosamente brillar en la clámide azul de los espacios infinitos en pos de la verdad, escudriña sus respuestas sin ningún intermediario, porque esos “intermediarios” solo repiten lo mismo y solo desacreditan a las nuevas tendencias, pero sin actualizar su discurso. El mismo Papa Francisco ha sido cuestionado y acusado de todo por su interpretación liberal y actual del Evangelio.
En cuestionado discurso por clérigos ortodoxos, Francisco habla de “Necesitar santos sin velo, sin sotana. Necesitamos santos de jeans y zapatillas. Santos que vayan al cine, escuchen música y paseen con sus amigos. Necesitamos santos que coloquen a Dios en primer lugar y que sobresalgan en la universidad. Necesitamos santos del siglo XXI con una espiritualidad insertada en nuestro tiempo. Necesitamos santos que vivan en el mundo y que no tengan miedo de vivir en el mundo. Necesitamos santos a los que les guste el cine, el teatro, la música, la danza, el deporte. Necesitamos santos sociables, abiertos, normales, amigos, alegres, compañeros. Necesitamos santos que estén en el mundo y que sepan saborear las cosas puras y buenas del mundo, pero sin ser mundanos”.
¿Cómo se desarrolla la espiritualidad? Yo creo que con fe y disciplina, abriendo nuestra conciencia y explorando en nuestro interior, nuestro Ser Crístico; y con base en práctica y disciplina, ya sea a través de la oración, la contemplación o la meditación encontrar las respuestas que surgen desde la esencia de nuestro ser: ¿quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿a dónde voy?, ¿para qué estoy en este mundo?, ¿qué me espera después de la muerte?, ¿qué propósito tiene la vida?, ¿qué es la verdad?, ¿de qué está hecho el amor?, ¿para qué existe el sufrimiento? Debemos tener cuidado en no caer en la llamada “industria de la iluminación” o la charlatanería; estrategias de la mercadotecnia para vender las respuestas a las preguntas esenciales del ser que tiene como propósito diluir la angustia ontológica: DVD para lograr la felicidad o encontrarle sentido a la vida, sesiones de sanación con un gurú, chamán o sanador; congresos de espiritualidad, libros de autoayuda y sanación, etc. “Como es arriba es abajo”, hemos escuchado en muchas ocasiones en la doctrina hermética, pero los científicos lo afirman: “La materia parece aproximarse en el fondo a una condición espiritual del orden del cosmos” (R. E. Vestenbrugg). El cosmos entero vibra en nosotros, como lo expresa Carl Sagan (1980) “Tal parece que si el hombre fue engendrado por el polvo de las estrellas y gestado por la tierra, entonces el cosmos entero llama sin cesar hacia el Absoluto a través del Ser Humano, quien es al mismo tiempo su voz y su hijo muy amado”. Y para Max Planck, premio Nobel y autor de la teoría de los Quantos, el espíritu es la fuerza que mantiene unidos a los átomos, fuerza que genera una velocidad en la vibración de estos átomos y hace posible que nos materialicemos. Esa fuerza está en nosotros, no es posible ser, sin esta fuerza, somos seres espirituales.