El caso Alejandro Armenta
Quiere y desea ser candidato a gobernador de Puebla bajo las siglas de Morena. Desde su triunfo electoral del pasado primero de julio como senador de la República, se ha dado a la tarea de ir aterrizando su proyecto.
Eso implica reuniones por igual con partidos de izquierda y con sus antiguos compañeros de partido político, PRI, con los que ha tenido acercamientos para plantearles una “mano amiga” pero con un trasfondo de mirar hacia el futuro.
Sin decirlo abiertamente, refiere que su anhelo es legítimo porque cuenta con la experiencia y madurez producto de ocupar al paso de las décadas puestos públicos y políticos como fue en el Revolucionario Institucional. Los que han estado en algunos encuentros con el ahora senador, cuentan que Alejandro Armenta Mier se muestra convencido que ahora sí ha llegado su momento de ir por la gubernatura del estado aunque no bajo las filas del PRI donde buscó pelear la candidatura en su momento con el marinismo.
El “morenista” está disponible, si así lo requiere el partido, a ser su representante de una elección extraordinaria en 2019 en caso que sea anulado el resultado de la elección de julio pasado que favoreció a la panista Martha Erika Alonso Hidalgo.
Sabe que no es el preferido en la cúpula de Morena porque antes de él está Rodrigo Abdala, próximo coordinador del Gobierno Federal en Puebla.
Además otro factor en contra, es la reciente declaración en Puebla de la dirigente nacional de esa fuerza política, Yeidckol Polevnsky Gurwitz, quien el pasado lunes durante su visita a la capital poblana a la toma de protesta pública como presidenta municipal de Claudia
Rivera Vivanco, declaró que Luis Miguel Barbosa Huerta repetirá como abanderado a Casa Puebla. Sin embargo, algunos ven desgastada la figura del ex perredista como para que nuevamente compita en un nuevo proceso electoral, sin garantías de ganar pese al fenómeno AMLO.
De ahí que Alejandro Armenta está atento a cualquier movimiento.
No obstante, está dispuesto a esperar un sexenio porque la paciencia es una virtud en el ex priista. Mientras tanto, sigue activo en todo el estado con acercamientos y si existe una duda, basta preguntar a los alcaldes ya en funciones, principalmente del PRI, a los que está dispuesto a trabajar por ellos para que resulten beneficiados con recursos federales etiquetados.
Sin embargo, ¿Morena y los morenistas dejarán que pase Alejandro Armenta Mier?
Entre el personal de confianza del Ayuntamiento de Puebla empiezan a perder confianza las palabras de la presidenta municipal, Claudia Rivera Vivanco, respecto a estudiar el perfil y desempeño antes de evitar despidos masivos.
Las quejas ya empezaron a darse en dependencias como el Instituto Municipal de Planeación (Implan) y en la Gerencia del Centro Histórico, donde supuestamente sin justificación alguna comenzaron a pedir las renuncias al segundo día del nuevo gobierno emanado de Morena.
Si bien dicha práctica es común en cada cambio de administración, sea federal, estatal o municipal, el desencanto viene porque supuestamente el gobierno de cuarta transformación analizaría cada perfil antes de pensar en darlos de baja.
¿Dos días fueron suficientes para determinar las habilidades y aptitudes de analistas o jefes de áreas?
Ahora que llegó María Lourdes Rosales Martínez como responsable de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPYTM), valdría la pena que analizara el actuar del personal bajo su cargo.
Específicamente en las tareas que realizan en pleno Centro Histórico donde se dice que existe protección a cambio de cierta remuneración económica a la base de taxis instalada –ilegalmenteafuera de la Unidad de Medicina Familiar IMSS 2 de Puebla que ostenta el supuesto líder José Luis Moctezuma.
Cuentan que un personaje supuestamente llamado Alejandro Xicale y que se ostenta como comandante del sector dos de la SSPYTM, protege a los taxistas que no permiten estacionarse sobre la 9 Oriente a los vehículos particulares para el ascenso y descenso de pacientes.
La Subsecretaría de Transportes a cargo de Alberto Vivas también debería darse una vuelta para atender el tema de la presencia de taxis.