Los peligros del narcisismo colectivo
Si un hombre dijera que es bueno, inteligente, trabajador, exitoso y que merece mucho más, seguramente causaría molestia por su petulancia; no obstante, si ese mismo sujeto dijera que los poblanos o los mexicanos tienen las características mencionadas, indudablemente tendría millones de seguidores que apoyarían esa afirmación.
El pasado 18 de marzo de conmemoró el aniversario luctuoso de Erich Fromm, una de las mentes más brillantes del siglo pasado, quien con Sigmund Freud, padre de la psicología, estudiaron el concepto del día de hoy.
El narcisismo parte del relato de un personaje mitológico que poseía una gran belleza física, el cual se enamoró de sí mismo al verse en el reflejo del agua.
Hay que diferenciar este concepto respecto al de la autoestima, es bueno quererse a sí mismo, pero el exceso de amor propio trae consecuencias funestas, ya que cualquier cosa, que se considerada como atentatoria de la imagen de la persona vanidosa, causará un gran daño en ánimo. Cada quien tiene derecho a mostrarse y valorarse como quiera, pero hay muchos casos de profundos problemas emocionales de quien tiene muchas fotos propias, en posturas atractivas, o establece en su pantalla de celular la foto de sí mismo, por mencionar algunos aspectos. En casos como estos, el problema no trasciende a lo colectivo porque se regresa a quien lo ocasiona, aunque eso significa que también la pareja y la familia del o la egoísta también salen afectadas.
Ahora bien, en el caso del narcisismo colectivo las consecuencias pueden ser muy negativas, para lo cual mencionaré uno ejemplo: Hitler impulsó buena parte de su régimen asegurando que la raza aria era superior y debía dominar el mundo, para lo cual enunció diversos discursos que incentivaban el ánimo nacional, lo cual contribuyó al surgimiento de una guerra que destruyó buena parte de Alemania.
En nuestro país es muy común oír candidatos que hablan de lo bueno y grande que son los habitantes de tal o cual lugar, con la intención de elevar los egos y así conseguir votos, esto es tan falaz y casi absurdo como cuando el cantante de un grupo musical dice “arriba el América”, con la finalidad de incentivar a una colectividad para mostrarse simpático.
Esto también puede aplicarse cuando se hace referencia al género y se habla de unas virtudes generalizadas y patentes solo por tener un sexo en determinando, lo cual es equivocado.
Todo lo anterior es muy diferente al sentido de pertenencia y al orgullo legítimo por vivir en tal o cual lugar, eso es parte de los elementos de la personalidad y que cada quien aprecia con base a los sentimientos del lugar de origen, en el cual puede haber gente de muy diversos tipos.
Algo que siempre me ha causado curiosidad es cuando un gobernador dice que luchará por que se incrementen los recursos para su administración, en el entendido de que el aumento de un presupuesto de un estado indefectiblemente implica la reducción para otra entidad federativa, pero eso sí, ese mismo mandatario señala que trabaja por México, cuando eso significaría no afectar a ningún connacional.
Desgraciadamente el narcicismo colectivo es explotado por muchos de los políticos que hoy buscan el poder, haciendo alusión al orgullo de ser capitalino, veracruzano, sonorense o poblano obviamente, incentivando el ego colectivo con el fin de un sufragio a favor, sin tomar en cuenta las críticas y un fundamento que resulta aplastante: un pueblo no puede ser uniforme porque se integra por ciudadanos y estos son invariablemente diferentes, es decir, se afecta una individualidad y hasta autenticidad, elementos que se promueven mucho en internet y los medios de comunicación.
Es por ello que cuando alguien dice: los mexicanos son gente de trabajo o algo por el estilo, debemos ser muy cuidadosos, ya que quizá lo único que se esté promoviendo es un recurso de manipulación para ser más popular y beneficiarse de manera particular. Hasta la próxima.