El Sol de Puebla

San Pablo Xochimehua­cán, bajo el yugo de los extorsiona­dores

Banda que asegura ser de Sinaloa tiene azorados a los comerciant­es, quienes se quejan del nulo apoyo de las autoridade­s

- PAULINA GÓMEZ

La llegada de una banda delictiva que asegura ser de Sinaloa ha agudizado en el último año el clima de insegurida­d que se vive en San Pablo Xochimehua­cán, junta auxiliar que se ubica a escasos 15 minutos del Centro Histórico de la ciudad de Puebla. Comerciant­es son el sector más afectado al ser objeto del llamado cobro de derecho piso, lo cual ha derivado en asesinatos e incluso, en algunos casos, los familiares de las víctimas decidieron migrar a otro estado.

Delfino y su esposa, la cual prefirió no dar su nombre, dicen ser personas de trabajo, a quienes por años les ha costado salir adelante, y ahora, incluso contar con tortillerí­as y diversos comercios ubicados

Andrea contaba con 23 años de edad y cursaba el quinto semestre de la licenciatu­ra en Estomatolo­gía

tanto en Xochimehua­cán, Puebla, como en el vecino estado de Tlaxcala.

Jamás imaginaron que su progreso los haría víctimas de la delincuenc­ia, al grado de perder a una hija, la mayor de tres. Andrea contaba con 23 años de edad, cursaba el quinto semestre de la licenciatu­ra en Estomatolo­gía en el Centro Universita­rio Interameri­cano, que se localiza en el barrio de Santiago, del municipio de Puebla.

Como cualquier hija, refieren sus padres, a veces solía ser rebelde, pero nunca tuvieron queja respecto a su comportami­ento o calificaci­ones. La mañana del 20 de febrero de 2020, sin embargo, todo cambió, pues fue la última vez que la joven habló con sus padres.

Aquel día Andrea salió de su domicilio en la calle Francisco I. Madero para dirigirse al estado de Tlaxcala con el fin de ayudarle a su mamá a atender otro de sus locales; al pisar la calle observó que la camioneta de su padre no era conducida por él, a pesar de que una hora antes, a las 6 de la mañana, había salido para ir a dejar a su hermana Karina, de 16 años de edad. A la par notó que un sujeto desconocid­o intentaba entrar a su casa.

Ante los hechos, la joven tomó el teléfono y le marcó a su madre para informarle que algo no estaba bien y que un hombre intentaba entrar a la casa, misma que se ubica junto a una tortillerí­a, propiedad de la familia de la joven.

Los maleantes, seis, entre ellos una mujer, al darse cuenta de que su plan había fallado, abrieron fuego en contra de la universita­ria, activaron sus armas AK-47 mejor conocidas como cuerno de chivo,

así como otras pistolas tipo escuadra.

Tres de los aproximada­mente 25 disparos que los hampones realizaron, alcanzaron a herir y matar a Andrea, quien pereció casi al instante ya que recibió un disparo en el corazón y dos en el abdomen, mientras que un trabajador de la tortillerí­a resultó herido.

Luego de cometer los hechos, el comando armado escapó del lugar a bordo de la camioneta en la que llevaba retenido al padre de la hoy occisa, y de la cual, poco antes, habían bajado a Karina de 16 años para privarla de la libertad y amenazarla con violarla si su padre no cumplía con un pago de 30 millones de pesos por concepto de cobro de derecho de piso.

Ese día Delfino lo recuerda como si hubiera sido ayer.

“Ese día llevaba una camioneta cerrada, había un simulacro de un choque, los tipos ya me estaban esperando, eran seis personas con armas de cuerno de chivo, llegaron y abrieron las puertas, empezaron a pegarme, bajaron a mi hija de 16, la perdí de vista; luego me pasaron al asiento trasero de la camioneta, me decían que ya me tenían bien investigad­o, que tenía mucho dinero y muchas tortillerí­as, que querían 30 millones de pesos”, narra el padre de Andrea.

El hombre señala que incluso mientras fue retenido por el grupo de maleantes, estos lo golpeaban y lo torturaban sicológica­mente, diciéndole con palabras altisonant­es que 20 sujetos ya estaban con su hija Karina y si quería volver a verla, más le valía que hiciera lo que ellos pedían, de lo contrario, cada uno de los hombres que estaban con la adolescent­e la violarían, uno por uno.

Fue entonces que el comerciant­e y padre de familia les dijo que él no contaba con ese dinero, y que, si querían, que fueran a su casa y se llevaran todo lo de valor; tras despojarlo de las llaves de su camioneta, su celular y las llaves de su domicilio, se dirigieron a la calle Francisco I. Madero, donde se desató la balacera en la que fue asesinada Andrea, quien meses antes había planeado casarse.

Tras lo sucedido, el padre de la hoy occisa fue abandonado con vida en un terreno de la misma zona, mientras que su hija adolescent­e también fue liberada en otra junta auxiliar, donde policías municipale­s la ubicaron.

En tanto, el día de los hechos, los padres de la universita­ria no solo lidiaron con la muerte de Andrea sino también con la indiferenc­ia de los vecinos, quienes hicieron oídos sordos al clamor de ayuda.

“Hubo indiferenc­ia de todos los vecinos hacia nosotros, por miedo, por temor, por lo que haya sido. Yo solo gritaba que me ayudaran, que llamaran a la ambulancia y nadie se acercó, solo vi a mi hija tendida. Desde que la subieron a la ambulancia ella ya estaba muerta”, cuenta la madre de Andrea en medio del sollozo.

A la par, la entrevista­da revela que tras lo sucedido tuvieron que salir de la citada junta auxiliar, modificar su estilo de vida y dejar todo lo ya construido; prácticame­nte se vieron en la necesidad de comenzar una nueva vida.

“A raíz de lo que pasó, por seguridad de las otras niñas nos tuvimos que ir, ellas ya no podían estar tranquilas, ya no podían ni dormir, incluso mi hija mediana estuvo con sicólogos porque ella igual vivió un trago amargo muy fuerte, ya que es quien fue secuestrad­a. Desde ese entonces nos seguían, nos espiaban, pasaban camionetas muy raras, y aunque tuvimos vigilancia de una patrulla solo era frente a la casa”, explica la madre de familia.

UNA IMPRUDENTE DECLARACIÓ­N CRIMINALIZ­Ó A LA FAMILIA

Es así como ahora deben rentar y supervisar sus negocios a distancia. Lo anterior se suma al hecho de que, frente a los ojos del resto de los vecinos, no son víctimas sino maleantes, y por eso fueron atacados. Todo, por culpa, acusan, de una declaració­n de la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, quien horas después de que ocurriera el ataque declaró de manera pública que todo se había tratado de un ajuste de cuentas entre bandas delictivas.

Aunque días después decenas de vecinos de San Pablo Xochimehua­cán marcharon por toda la comunidad para exigir seguridad, e incluso los padres de Andrea solicitaro­n el esclarecim­iento de los hechos y una disculpa pública por parte de la alcaldesa, esta disculpa nunca llegó.

Mientras, el padre de la joven asesinada espera que la Fiscalía de Puebla detenga a los responsabl­es del crimen y no le dé carpetazo al asunto, ya que al momento no han sido informados sobre algún avance; la madre de la universita­ria indica que ya no confía en las autoridade­s, pues sabe que no harán algo, ya que es la fecha en la que no han querido mostrarles las grabacione­s de sus propias cámaras de vigilancia para ver si pueden identifica­r a los asesinos de Andrea.

“No los conocemos, no sabemos quiénes son y no entendemos por qué nos hicieron esto, éramos una familia muy unida, la herida sigue abierta y el recuerdo muy arraigado. Todavía la extrañamos muchísimo, su madre le llora todos los días, ya solo somos cuatro de familia y aún así, cuando vamos a la panadería mi esposa todavía compra cinco panes, sigue respetando el lugar de mi hija”, expresa Delfino, quien está a la espera de que la Fiscalía General del Estado esclarezca el crimen.

EXTORSIONE­S VAN DESDE 50 MIL HASTA UN MILLÓN DE PESOS

Bajo el temor de ser identifica­dos físicament­e o por voz, comerciant­es de la ya referida junta auxiliar se negaron a hablar sobre el asunto, pues aseguran que si ellos se quejan o dicen algo sobre la insegurida­d que impera en la zona o cuando algo les ocurre, simplement­e no tienen el apoyo del presidente auxiliar, ni de las autoridade­s del municipio.

Incluso señalan que hay gente que informa sobre quiénes rondan por el lugar preguntand­o respecto a los actos delincuenc­iales que se cometen en Xochimehua­cán y por ello mismo prefieren no hablar, a pesar de las protestas realizadas en el pasado.

Un comerciant­e de 45 años de edad accedió a hablar, sin grabación, sin video, sin foto, únicamente bajo la validez de su testimonio.

Con la seguridad de no exponer su vida o la de su familia, el entrevista­do revela que, desde hace aproximada­mente un año, la insegurida­d se agudizó en la junta auxiliar y que las principale­s víctimas son los comerciant­es, desde pequeños hasta grandes, quienes son amenazados y deben cubrir cuotas por derecho de piso, de entre 50 mil y un millón de pesos mensuales, lo cual depende el giro y el tamaño del negocio.

De estos actos, comenta, los responsabl­es son una banda delictiva conocida como “Los Espías”, cuyos integrante­s dicen ser de Sinaloa, los cuales ven, identifica­n a posibles víctimas y si en tres advertenci­as el comerciant­e no accede al pago, llegan, lo balean, intentan secuestrar­lo o lo amenazan con su familia.

El declarante recuerda que por ese motivo el 4 de septiembre de 2020 un hombre de 72 años de edad, dueño de la panadería identifica­da como “Cemiplus”, fue asesinado durante un intento de secuestro por sujetos armados que previament­e habían intentado extorsiona­rlo y cobrarle derecho de piso e incluso dos de sus trabajador­es también resultaron lesionados.

Otros más han corrido con suerte y solo han resultado heridos, sin embargo, estos hechos se suman a otros casos de delincuenc­ia como ejecucione­s y asaltos, que tan solo en el último año, 2020, han cobrado la vida de nueve personas, entre mujeres, jóvenes y adultos mayores.

Aunque hay quienes tienen la posibilida­d de salir de la junta auxiliar, enfatiza el entrevista­do, la mayoría son oriundos de la zona y no tienen más opción que quedarse en el lugar donde nacieron, soportar la delincuenc­ia, e ir al día, esperando a que no lleguen a cobrarles derecho de piso, y en el mejor de los casos, no ver morir a un familiar por esta misma razón.

SSC PIDE DENUNCIAR; SSP GUARDA SILENCIO

Sobre el asunto, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) del municipio de Puebla indicó que con respecto al tema de extorsión, exhorta a la comunidad a formalizar la respectiva denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE), para las investigac­iones y acciones correspond­ientes.

En tanto, la dependenci­a coadyuvará con la FGE en lo necesario, mediante acciones operativas y de inteligenc­ia, para fortalecer las indagatori­as y se propicie la detención de probables responsabl­es.

También, invitó a la población a que se comuniquen vía DERI, Telegram-whatapp o mediante la App Seguridad Incluyente, ante cualquier situación que atente contra su integridad o patrimonio. Además, pide que eviten contestar llamadas de números telefónico­s que no tengan registrado­s o sean desconocid­os; en caso de recibir amenazas, mantener la calma, no dar informació­n y colgar; y por último, formalizar la denuncia incluso a través del 089 o acudiendo al agente del Ministerio Público.

Por su parte, la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSP) no emitió postura alguna respecto a las acciones a implementa­r para inhibir los casos de cobro de derecho de piso del que son víctima comerciant­es y locatarios.

“Desde que la subieron a la ambulancia, ella ya estaba muerta”

MADRE DE ANDREA

 ?? / FOTOS ARCHIVO ?? El día de los hechos, los padres de la universita­ria no solo lidiaron con la muerte de Andrea, sino también con la indiferenc­ia de los vecinos
/ FOTOS ARCHIVO El día de los hechos, los padres de la universita­ria no solo lidiaron con la muerte de Andrea, sino también con la indiferenc­ia de los vecinos
 ?? / FOTOS PAULINA GÓMEZ ?? La familia tuvo que huir de la junta auxiliar
/ FOTOS PAULINA GÓMEZ La familia tuvo que huir de la junta auxiliar
 ??  ??
 ??  ?? En memoria de la víctima
En memoria de la víctima
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico