Las buenas combinaciones
Cereales y leguminosas o verduras y cítricos son algunos ejemplos de las más recomendadas
En general, para consumir una dieta saludable, necesitamos incluir alimentos de todos los grupos, pero hay algunas combinaciones que se consideran entre las mejores.
Cereales con leguminosas: Lupitha Flores, catedrática de nutrición UPAEP, enfatiza que esta es una muy buena combinación. Tortilla, avena, arroz o pastas tienen aminoácidos, que son los compuestos más sencillos de las proteínas, pero están limitados, pues los cereales los tienen en menor cantidad si los comparamos con las leguminosas: frijoles, habas, lentejas, garbanzos, soya.
Estos aminoácidos no los podemos producir y nuestro cuerpo los necesita, por eso debemos consumirlos en los alimentos. Cuando unimos las leguminosas con cereales completamos esos nutrientes que a cada grupo le faltan; generamos una mayor cantidad de ellos a partir de esta combinación y de esta manera obtenemos una proteína de mayor valor biológico.
Podemos comer arroz con frijoles, un taco de frijoles, lentejas con tortillas, para obtener una proteína de mayor calidad que, aunque sea de origen vegetal, va a tener una gran cantidad de aminoácidos esenciales.
Hierro y vitamina C: Otra buena combinación, añade la especialista, es cuando se necesite aumentar la absorción del hierro, sobre todo el que obtenemos de los alimentos de origen vegetal, que podemos combinar con vitamina C. Esto quiere decir que, si vamos a consumir verduras y queremos aumentar la absorción del hierro que contienen, podemos combinarlas con algún cítrico, que contiene ese ácido ascórbico.
El agua: Hay quienes dicen que si se consume en ayunas te ayuda a bajar de peso o a quemar la grasa; se comenta también que si la bebes durante la comida subes de peso. La entrevistada explica que, en ocasiones, si tomas mucha agua antes de comer se puede llegar a tener sensación de saciedad -de que ya estás satisfecho-, porque el estómago es una “bolsita” y se llena, entonces manda la señal al cerebro de que ya no necesitas comer más, pero esta se pasa rápido y en unos minutos vuelves a tener hambre.
Para pacientes en que es necesario asegurar el consumo de alimentos, recomiendan primero los sólidos y al final los líquidos, para que coman bien y con todos los nutrientes que requieren, concluye.