Entre el agua y lodo trabajaban obreros
Las labores de rescate se han complicado por las condiciones de la zona, que siguen provocando deslizamientos de tierra
Entre lodo y agua que nace de un venero localizado en los cimientos de la construcción de la Plaza Santa Julia, así trabajaban los obreros que el miércoles pasado quedaron sepultados debajo de una pesada barda de concreto que se derrumbó por el reblandecimiento de la tierra.
Una fotografía circulada en redes sociales, luego del siniestro, evidencia que en la zona donde los obreros estaban trabajando existía un cuerpo de agua que mantenía húmedas las paredes de la obra.
Las condiciones fueron confirmadas a la llegada de los rescatistas, quienes no han podido trabajar con facilidad para la extracción de los cuerpos de los trabajadores que perdieron la vida, y es que el entorno provoca deslaves que ponen en riesgo la vida de los brigadistas.
Tal como se ha observado en fotografías de la zona del desastre, los equipos de rescate se han tenido que apoyar de una grúa para remover la losa colapsada, misma que tuvo que ser partida en cuatro pedazos, a fin de removerla y con ello facilitar la extracción de primer cuerpo.
Las condiciones del área generaron que durante la mañana del viernes se registrara un nuevo deslave de tierra, el cual impidió el rescate del segundo cuerpo.
Alrededor de las 14:00 horas, cuando las brigadas estaban a pocos minutos de lograr la extracción del trabajador, la acción fue abortada por un movimiento de tierra. El deslave provocó que de nueva cuenta el cuerpo quedara enterrado y que las acciones volvieran a reiniciarse.
MANTO FREÁTICO
De acuerdo con la alcaldesa, Lorena Migoya, hay un venero a 22 metros de profundidad del sitio donde se desarrolla la construcción. Pequeñas extensiones de agua que se derivan de los mantos freáticos. Lo que ha complicado los tiempos programados para el recate de los cuerpos
con la alcaldesa Lorena Migoya, hay un venero a 22 metros de profundidad del sitio donde se desarrolla la construcción del centro comercial
de los otros dos trabajadores.
En el caso del primer cuerpo, los rescatistas habían calculado maniobras por cuatro horas, sin embargo, éstas se prolongaron nueve horas, de ahí que fue alrededor de la 1:30 de la mañana del viernes cuando lograron recuperar el cuerpo de Isael Napemuceno, originario de Toluca, Estado de México.
Lorena Migoya abundó que el grupo USAR de la Cruz Roja de la Ciudad de México han explicado que éste es uno los trabajos más complicados en los que han laborado, “por las dimensiones de la loza y el peso, y cómo fue que la tierra derribó la estructura”.
ERAN NUEVOS EN LA OBRA
Los trabajadores que fallecieron en el derrumbe de las obras de la Plaza Santa Julia de San Martín Texmelucan tenían menos de tres meses laborando para la empresa Edificaciones y Construcciones Santa Julia SA de CV, así lo confirman los documentos de alta ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Tras los comentarios de familiares que aseguraban que la noche del accidente la empresa acababa de asegurar a los obreros, la empresa constructora y propietaria de la plaza comercial difundió las constancias de afiliación que corresponden a los meses de febrero y marzo de este año.
En este sentido, Miguel Limón Flores, originario de Santa María Moyotzingo, fue dado de alta el 5 de febrero; Antonio Martínez Priego, originario de Tepeaca, fue dado de alta el 3 de marzo e Isael Nepomuceno Faustino, originario de Toluca, Estado de México, quedó afiliado el 8 de febrero del presente año. Los tres estaban registrados con un salario base de 170.85 pesos diarios.