Italia termina con la censura en el cine
El país decretó el fin de un sistema que ensombreció el trabajo de grandes cineastas
La polémica de Bernardo Bertolucci, fue prohibida y rehabilitada tras una compleja pugna
Abolida la censura cinematográfica. Definitivamente queda atrás el sistema de controles e intervenciones que permitía al Estado limitar la libertad de los artistas”, celebró en las redes sociales el ministro de Cultura, Dario Franceschini.
Un decreto con su firma ha puesto punto y final a un proceso para acabar con la censura iniciado hace algunos años y que, a cambio, creará una comisión que se limitará a catalogar las cintas por edades.
La comisión estará compuesta por 49 miembros de “comprobada” profesionalidad del sector cinematográfico y contará también con pedagogos y asociaciones de padres y de animalistas.
De este modo Italia concluye una “transición” con la que ha ido dejando atrás el sistema de censura, que en teoría todavía permitía prohibir proyecciones u obligar a recortar algunas escenas.
Una ley de 2016 había sepultado una institución de 1962 encargada de dar el “nihil obstat” a las películas.
El Gobierno de entonces, de Matteo Renzi, asesorado por cineastas como Bernardo Bertolucci, Giuseppe Tornatore, Roberto Benigni o Paolo Sorrentino, optó por un sistema de clasificación según el cual serían los productores los que delimitaran la edad de sus cintas.
El nuevo decreto pone precisamente en marcha ese sistema y añade la mencionada comisión con el deber de confirmar las categorías de las películas o, como mucho, proponer una diferente. Pero ya no será posible prohibir o cercenar una obra.