CÓMO ESCOGEMOS A NUESTRA PAREJA ¿Por qué elegiste a esa persona?
Vive bien
Inconscientemente solemos buscar alguien como nuestros papás n torno al tema de las características que sin querer buscamos en otra persona cuando vamos a empezar una relación se dicen muchas, por ejemplo que inconscientemente escogemos alguien que se parece a nuestro papá o mamá o bien que inconscientemente siempre elegimos a quienes tienen las mismas característicasentre sí, aunque en experiencias anteriores nos haya ido mal.
Para saber la razón por la que repetimos estas elecciones, entrevistamos a Jaquelin Machado, profesional de la psicología con especialidad en coaching multidimensional, diplomado en sexualidad e instructora en desarrollo de conciencia, quien comenta que cada uno de nosotros llevamos en el interior un “cuarto oscuro” o “caja negra” (el inconsciente) que dirige nuestra vida y que tiene guardados ciertos patrones de pensamiento de sentimiento y de comportamiento.
Cuando conectamos con alguna persona que conocimos en algún encuentro, ya sea casual o que nos la ha
EAsegura que lo primero es darte cuenta de que tienes un problema al elegir parejas, sobre todo cuando hay una situación de maltrato, porque puede ser violencia física pero también psicológica, infidelidades, abuso de ambas partes, gritos, chantajes, manipulación, victimización, verdugo, victimario, salvador… Ante todos estos patrones que se dan, lo que puedes hacer primero es hacerte consciente de lo que estás viviendo y lo
EDITORA: yan presentado, generalmente es como si hubiera un ojo en ese cuarto oscuro que “reconoce” a la persona que tenemos enfrente, porque detona situaciones y aspectos de vida familiares que reconocimos durante nuestra infancia y surgen algunos lazos psíquicos energéticos que nos enganchan con él o ella, expone.
Explica que estos lazos son programaciones subconscientes de la educación que tuvimos en la infancia, los códigos de valores, la educación en el colegio, la religión a la que pertenecemos, las experiencias de vida, la relación que vimos entre nuestros padres, si ellos estuvieron presentes; si hubo la muerte de alguno de ellos tenemos ciertos vacíos, heridas de abandono, de rechazo, de injusticia, de humillación, de vergüenza… todas estas se forman y crean una entidad que nos prepara para elegir cierto tipo de hombre o de mujer.
Debido a esto, añade puede ser que busques alguien parecido a tus padres o bien totalmente antagónico; si tú como hija mujer tuviste maltrato, rigidez, señalamiento, juicio o coacción por parte de tu papá, de alguna manera te puedes convertir en él y buscas un hombre sumiso, que puedas controlar, o te preparas para buscar hombres como él, con este perfil controlador, machista, rígido, estructurado. que ya no quieres repetir, entonces puedes entrar a un proceso psicoterapéutico para encontrar tus programaciones emocionales y cuál fue el ambiente que viviste; tienes que estar cansada o casado de alguna manera de repetir una cadena de sufrimiento. Cuando entras a un proceso de trabajo, que debe ser con ayuda de un profesional, empiezas a darte cuenta de que cargas historia personal de un linaje familiar que te heredó la forma de pensar,
Si de niños vivimos rodeados de violencia, conscientemente vamos a buscar situaciones tranquilas, pero el inconsciente es quien realmente dirige nuestra vida. Aunque tú digas: “yo lo escogí, yo me enamoré”, esa
interior es quien te lleva a conectar con cierta persona y te llegas a con las situaciones que reconoces. Si tuviste maltrato y humillación en la infancia, buscas un hombre o mujer que te recuerde esos ambientes que no quieres vivir, indica Jaquelin.
Si a lo mejor tu padre es el que llevaba el rol más suave y tu mamá más duro, entonces puedes buscar parecerte a alguno de los dos o ser lo contrario de ellos, según tus características de personalidad y hacia quién te conectaste más, mamá o papá. de sentir y de accionar; entonces comienzas a trabajar con tu propio código de valores y tienes la opción del abrazo de la sombra: trabajar tu parte oscura, que es todo aquello que rechazas, reprimes, no quieres ver, postergas, sustituyes con otros comportamientos y te das cuenta de que tienes nudos emocionales, sexuales, físicos, mentales y espirituales; a medida que encuentras donde está tu principal bloqueo, empiezas poco a poco a sanar.
Si ya hemos vivido en este entorno sin darnos cuenta, obviamente todas nuestras relaciones terminarán mal y no es que busquemos parejas violentas, pero todo lo que no se resuelva en el interior se repite en el exterior, ya que después de mucho tiempo de pensar de cierta forma, nuestro cerebro genera programaciones subconscientes, que se graban en todo el cuerpo y las emociones. cuando eso pasa, te puedes hacer adicto(a) a esa adrenalina. Conscientemente no lo quieres vivir, pero estás programada(o) para hacerlo.