Era tortillero el varón calcinado
La víctima fue levantada en el municipio de Zacatelco, perteneciente al estado de Tlaxcala
Los deudos
6:30 DE la tarde del pasado domingo, fue visto por última vez con vida
Un comerciante tortillero originario de Tlaxcala, quien fue “levantado” en el municipio de Zacatelco, perteneciente al vecino estado, es la persona que fue calcinada dentro de un vehículo en la entrada de San Francisco Cuapan, en San Pedro Cholula, el pasado lunes.
Como se dijo en su momento, el cadáver estaba dentro de la cajuela de una camioneta que fue incendiada y abandonada en terrenos de siembra de San Francisco Cuapan. La víctima fue privada de su libertad un día antes en Papalotla, Tlaxcala, revelaron fuentes ministeriales.
La fuente consultada agregó que la víctima respondía en vida al nombre de Jesús N, de 36 años de edad, quien se dedicaba al ramo tortillero y precisamente se encaminaba a uno de sus negocios el domingo pasado al salir de su casa a las 18:30 horas.
Sin embargo, fue privado de su libertad por sujetos desconocidos en un crucero de Papalotla.
Desde ese momento, sus familiares perdieron toda comunicación con él, incluso elaboraron fichas de búsqueda con su fotografía,
aseguran que Jesús era una persona de trabajo y dedicada a su familia
datos generales y presentaron la denuncia correspondiente en la Procuraduría General de Justicia de aquel estado.
Los plagiarios se lo llevaron a bordo de la camioneta de la víctima, una Envoy, negra, modelo 2004 y placas de Tlaxcala.
Al día siguiente, el lunes pasado, pobladores de San Francisco Cuapan, alarmados por el incendio de un vehículo en terrenos de siembra, llamaron a los bomberos y poco después de que sofocaron las llamas que consumieron toda la unidad, revisaron al interior de la misma y descubrieron en la cajuela el cuerpo de una persona totalmente calcinado.
Con las características de la unidad, que coincidían con el vehículo de la víctima “levantada” en Tlaxcala, las autoridades ministeriales de Puebla en conjunto con sus homologas del vecino estado, lograron contactar a los familiares de Jesús y así esta misma semana, éstas acudieron al anfiteatro poblano donde por medio de técnicas forenses y antropológicas se logró determinar que se trataba de la misma persona.
Los deudos aseguran que Jesús era una persona dedicada a su familia y trabajo, por lo que se desconoce los motivos que hubo para que acabaran así con él.
La Fiscalía General del Estado de Puebla lleva a cabo las investigaciones para esclarecer este asesinato, en tanto los familiares ya hicieron los trámites correspondientes para reclamar los restos de la víctima.
“Empecé como la gran mayoría, primero robando bolsas a las mujeres, de ahí a “volarme” las bicicletas hasta llegar a lo grande, robar carros, fui “zorrero” , “espadero”, es decir, robacarteras; me metía a las casas, solo observaba y cuando veía que las luces estaban apagadas y las cortinas de las puertas y ventanas cerradas. ¡Esa casa estaba puesta para trabajar!”.
“Eso si todo era limpio, nunca entre ni con armas de fuego ni cuchillos, todo era a ley, cuando observaba que había gente dentro de la vivienda, me seguía de frente, jamás confronte con la gente, por eso la policía conocía cuando yo era él que había consumado dichos robos” .
“Cuando el robo a la casa de López Portillo, un comandante que estaba a las órdenes de Arturo Durazo, entonces director de la Policía capitalina, de inmediato se dio cuenta que yo había sido el causante del atraco, porque siempre acostumbraba a llevarme el botín en las fundas de las almohadas”.
“Ese fue mi perdición, pues de inmediato y como ya me conocía y sabía donde vivía, me busco y me dijo: Entrégame todo lo que te llevaste y claro que no le entregue nada, pues ya anteriormente había robado el domicilio de otro presidente y le regrese todo el botín, pero esta vez…nada”.
“Ahora (años ochenta) estoy “en tambado”, pero también el comandante que me apresó está desaparecido, pues lo despidieron de la corporación, pues se hizo mi cómplice y me dejaba salir cada mes para robar y entregarle todo el botín.
Muchos policías saben de nuestros movimientos y de nuestra manera de operar y algunos caen en la tentación y se llegan a coludir con nosotros, normalmente son oficiales corruptos que se filtran en las filas policiacas.
POLICÍA, ACORDE A
NUEVOS TIEMPOS
Hoy es fundamental la prueba de confianza desde el más alto rango policiaco hasta el último de las filas policiacas, no sería raro que aun en estos tiempos tengamos a policías coludidos con los delincuentes. (Fuente: Investigación policiaca)