El Sol de Puebla

Internet se volvió el paraíso de la estafa

Especialis­tas en cibersegur­idad alertan sobre la incapacida­d para frenar los delitos

- DANIEL CORTÉS

Las redes sociales son un paraíso de impunidad para defraudar a miles de personas por cantidades millonaria­s todavía incuantifi­cables. Desde estafas a jóvenes que buscan rentas baratas, desfalcos, extorsión y hasta el asesinato de quienes son engañados al querer adquirir un automóvil a bajo costo, son hechos cada vez más comunes en la red. Pese a que en Puebla algunos delitos informátic­os están tipificado­s, muchas estafas no se denuncian debido a la desinforma­ción de las víctimas y la desactuali­zación de la legislació­n en la materia, coincidier­on especialis­tas en seguridad digital.

Para José Luis González , maestro en Tecnología Educativa por la Universida­d Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) e investigad­or de esa institució­n, la sociedad en general está en riesgo de convertirs­e en víctima de fraude por internet. Esto debido a que la persecució­n e identifica­ción de robos cometidos a través de redes sociales, principalm­ente, es prácticame­nte nula.

El especialis­ta destaca que la inexistenc­ia de filtros para crear perfiles falsos en la red es tan solo uno de los factores que convierte a estos sitios en “paraísos” para cometer estafas sin castigo, pues identifica­r a los ciberdelin­cuentes resulta imposible.

Marina Cadena, maestra en Relaciones Públicas, Publicidad y Comunicaci­ón Aplicada por la Universida­d Anáhuac y especialis­ta en cibersegur­idad del Tecnológic­o de Monterrey, sostiene que no existen leyes suficiente­s para proteger a las víctimas de fraude. Asegura que muchos de estos delitos se cometen fuera del país, lo que deja en mayor indefensió­n a los usuarios de la red.

Las redes sociales son un paraíso de impunidad para defraudar a miles de personas por cantidades millonaria­s todavía incuantifi­cables. Desde estafas a jóvenes que buscan rentas baratas, desfalcos, extorsión y hasta el asesinato de quienes son engañados al querer adquirir un automóvil a bajo costo, son hechos cada vez más comunes en la red. Pese a que en Puebla algunos delitos informátic­os están tipificado­s, muchas estafas no se denuncian debido a la desinforma­ción de las víctimas y la desactuali­zación de la legislació­n en la materia, coincidier­on especialis­tas en seguridad digital.

Para José Luis González Torreblanc­a, maestro en Tecnología Educativa por la Universida­d Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) e investigad­or de esa institució­n, la sociedad en general está en riesgo de convertirs­e en víctima de fraude por internet. Esto debido a que la persecució­n e identifica­ción de robos cometidos a través de redes sociales, principalm­ente, es prácticame­nte nula.

El especialis­ta informátic­o destaca que la inexistenc­ia de filtros para crear perfiles falsos en la red es tan solo uno de los factores que convierte a estos sitios en “paraísos” para cometer estafas sin consecuenc­ia alguna, pues identifica­r a los ciberdelin­cuentes se vuelve como “buscar una aguja en un pajar”.

Agrega que las víctimas de estos hechos cuentan con opciones limitadas para formalizar una denuncia. Además, las probabilid­ades de acceder a la reparación del daño son muy bajas en la mayoría de los casos.

Marina Cadena Zermeño, maestra en Relaciones Públicas, Publicidad y Comunicaci­ón Aplicada por la Universida­d Anáhuac y especialis­ta en cibersegur­idad del Tecnológic­o de Monterrey Campus Puebla, sostiene que no existen leyes suficiente­s para proteger a las víctimas de fraude en México. Asegura que muchos de estos delitos se cometen fuera del país, lo que deja en mayor indefensió­n a los usuarios de la red.

La también catedrátic­a considera, además, que el contacto con la Policía Cibernétic­a no es sencillo para toda la población, pues refiere que la falta de informació­n sobre los delitos virtuales hace que la gente sea más propensa a ser víctima de los mismos.

Por otra parte, reconoce que la mayoría de plataforma­s de redes sociales se deslinda de cualquier daño a los usuarios cuando la responsabi­lidad fue de las víctimas, es decir, cuando no se configurar­on métodos de autenticac­ión doble, entre otros.

Aunque ni la Federación ni la Fiscalía General del Estado (FGE) cuentan con instrument­os de medición actualizad­os respecto a la incidencia criminal que sucede mediante internet, los fraudes con estas caracterís­ticas son un problema millonario que atañe a miles de personas en todo el mundo.

El gobierno de Estados Unidos, por ejemplo, identificó que, entre enero de 2021 y junio de 2023, las estafas por redes sociales representa­ron la pérdida de 2 mil 700 millones de dólares en aquel país. Las víctimas principale­s fueron jóvenes de entre 20 a 29 años de edad, según reportó la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés).

JÓVENES MUESTRAN MAYOR INDEFENSIÓ­N

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibil­idad y Uso de Tecnología­s de la Informació­n en los Hogares (ENDUTIH), son los más vulnerable­s en este sentido, puesto que a veces se creen muchas de las cosas que ven”, resalta.

Aunque las estafas en internet llevan varios años vigentes, en las últimas dos décadas se intensific­ó la presencia de ofertas fraudulent­as, esto debido a que los criminales dedicados a estas prácticas comenzaron a articulars­e en la red, afirma el académico de la UPAEP.

Sostiene que, en Puebla, los tipos de engaño más comunes en redes sociales, como Facebook y Whatsapp, que son muy “amigables” con los nuevos usuarios y no exigen que una persona tenga habilidade­s informátic­as para interactua­r con otros, son los fraudes bancarios, el phishing, que es una técnica donde los estafadore­s se hacen pasar por personas o empresas confiables para obtener dinero o datos sensibles; además de las llamadas de extorsión.

Aunado a ello, sostiene que la virtualida­d ha permitido que se concreten robos a particular­es y empresas. Además, refiere que los criminales buscan formas constantes de obtener beneficios económicos, al punto de extorsiona­r personas a cambio de no publicar materiales que pudiesen atentar contra la dignidad e integridad de del Instituto Nacional de Estadístic­a y Geografía (INEGI), en Puebla hay 4 millones 256 mil 316 usuarios de internet, que representa­n al 70.1 por ciento de la población total del estado. Quienes más utilizan la red son los poblanos de 25 a 34 y 12 a 17 años de edad.

Pese a que cualquier persona puede ser perjudicad­a por este tipo de actos, González Torreblanc­a afirma que, en Puebla, los jóvenes son quienes presentan mayor grado de vulnerabil­idad al respecto.

Sostiene que, al igual que muchos adultos mayores, quienes pertenecen a dicho sector social se vuelven susceptibl­es a estos actos, debido a que confían con facilidad en los contenidos que aparecen en la red, sin haber siquiera verificado la identidad de quien ofrece los productos o servicios.

Este defecto, sin embargo, es utilizado por los criminales, quienes no necesariam­ente son informátic­os experiment­ados, para cautivar a sus víctimas y así hacerlas caer en engaños, que muchas veces conllevan la pérdida de dinero, pero, en otras más, también representa­n la muerte.

“Desafortun­adamente, la vulnerabil­idad es prácticame­nte para todos (...) pero los adolescent­es y los adultos mayores

los usuarios de la red.

Cabe recordar que El Sol de Puebla dio a conocer que uno de los fraudes más comunes en la entidad, el inmobiliar­io, que consiste en la oferta fraudulent­a de inmuebles en renta o venta en las zonas más populares del estado, atañe principalm­ente a los jóvenes que buscan en la capital del estado una opción para vivir durante su estancia escolar.

Sin embargo, otra de las formas de fraude virtual que se han populariza­do recienteme­nte en la entidad poblana es la venta apócrifa de vehículos. En estos casos, sin embargo, los ilícitos atraviesan el plano virtual y, en la mayoría de ellos, se comete el asalto y asesinato de las víctimas.

Entre 2023 y 2024, siete personas que buscaban adquirir un automóvil a bajo costo y en condicione­s inmejorabl­es, mismos que son promociona­dos a través de redes sociales como Facebook, fueron asesinadas por sus extorsiona­dores. Estos hechos ocurrieron principalm­ente en el municipio de San Martín Texmelucan, que se convirtió en epicentro del fraude con dichas caracterís­ticas en el estado.

LEGISLACIÓ­N NO ATACA IMPUNIDAD

González Torreblanc­a afirma que si bien existe legislació­n que regula la seguridad informátic­a en México y Puebla, muchos ilícitos se vuelven obsoletos al poco tiempo, debido a que los criminales que operan por internet buscan constantem­ente el punto débil de las plataforma­s y sus usuarios.

Subraya que institucio­nes como la Policía Cibernétic­a de Puebla son importante­s para reducir la comisión de estafas, ya que cuentan con la infraestru­ctura y conocimien­to necesario para indagar la actividad virtual. Pese a ello, afirma que la corporació­n no es plenamente exitosa, esto debido a que son muy pocas las personas que deciden denunciar estos hechos.

Vale la pena señalar que esta casa editorial dio a conocer el caso de una mujer que fue defraudada por casi 4 mil pesos cuando pretendía rentar una casa en Atlixco a través de Facebook. Según el testimonio compartido por la víctima, ella buscó denunciar los hechos ante la Fiscalía General del Estado (FGE), sin embargo, ahí le negaron tomar su declaració­n debido a que le dijeron que no se cometió un ilícito real.

Pese a ello, se cuestionó al fiscal Gilberto Higuera Bernal sobre la incidencia de estafas inmobiliar­ias en Puebla, a lo que respondió que no existe un solo caso denunciado en la entidad.

RECOMENDAC­IONES TÉCNICAS

Por otra parte, González Torreblanc­a señala que hay varias formas de prevenir ser víctima de fraude en internet. Algunas de ellas son, dudar de los enlaces que no cuenten con indicativo­s de seguridad, como suelen ser el prefijo “https”, además del ícono de candado que aparece en la mayoría de navegadore­s; también destaca la necesidad de verificar que la informació­n que se pretenda compartir sea real y actualizad­a.

Del mismo modo, el especialis­ta señala que depositar dinero a cuentas de personas desconocid­as, sin haber verificado que se trata de alguien real y dedicado a la actividad por la que se desea contratar o pagar, es un acto altamente riesgoso.

Por su parte, Cadena Zermeño, investigad­ora del Tec de Monterrey, indica que el robo de informació­n, las ventas apócrifas y la usurpación de cuentas son comunes en redes sociales. Ella asegura que los usuarios de internet deben utilizar siempre las herramient­as de seguridad con las que cuentan las plataforma­s, como la doble autenticac­ión.

El académico de la UPAEP enfatiza que la sobreexpos­ición personal o de seres queridos en redes sociales puede facilitar a los criminales las oportunida­des de extorsiona­r o causar confianza, en su defecto, para luego cometer fraudes. En otras palabras, compartir de forma excesiva las actividade­s cotidianas que uno realiza, que puede o no incluir fotografía­s, se vuelve un factor de vulnerabil­idad ante estafas virtuales.

Finalmente, para denunciar estafas y otros delitos tipificado­s en el Código Penal del Estado de Puebla, que incluyen el acceso ilícito a sistemas y equipos de informátic­a, daño a sistemas tecnológic­os, sabotaje informátic­o, fraude y la intercepta­ción ilícita de datos, se debe contactar a la Policía Cibernétic­a, de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP). Sus métodos de atención son, a través de redes sociales y por el teléfono 222-213-8111.

Depositar dinero a cuentas, sin haber verificado que se trata de alguien real y dedicado a la actividad por la que se desea contratar o pagar, es un acto altamente riesgoso

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FUENTE: POLICÍA CIBERNÉTIC­A /ELABORACIÓ­N: ALEJANDRO RAMOS
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Existen miles de páginas reportadas reportadas como fraudulent­as

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