El Sol de Puebla

Van contra utilizació­n machista del condón

Si un varón lo daña intenciona­lmente o se lo retira en secreto comete stealthing

- ALBA ESPEJEL

Julieta tuvo relaciones sexuales con su novio y cuando terminaron, se dio cuenta de que se había quitado el condón. Al encararlo, él respondió que no tenía nada de malo, que eran pareja y que prefería hacerlo de esa manera, pero con el tiempo, a ella le diagnostic­aron una enfermedad de transmisió­n sexual y también se embarazó. Esta práctica tiene nombre y se llama "stealthing", cuando una personase se quita el preservati­vo “secretamen­te” durante el coito o lo daña intenciona­lmente.

En Puebla, se quiere tipificar este acto como un delito y sería el segundo estado en todo el país en castigarlo de manera penal, el pionero fue la Ciudad de México. Sin embargo, es sólo una iniciativa, y aún falta que los diputados locales lo discutan para que los agresores en el territorio poblano pasen de 5 a 15 años en prisión. Para activistas y especialis­tas, este sería un gran avance en evidenciar todos los tipos de delitos sexuales que existen.

No obstante, también creen, que es de suma importanci­a trabajar en la prevención y en los “micro machismos”, ya que retirarse el condón sin avisarle a la pareja, es una clara actitud de poder que ejercen -principalm­ente-los hombres. Pueden argumentar que están sanos, que no harán daño, pero es un hecho que están violando un acuerdo que se hizo en pareja y están dejando a la otra persona en indefensió­n.

Brahim Zamora, integrante del Observator­io Ciudadano de Derechos Sexuales y Reproducti­vos AC. (Odesyr), que es un grupo que incide a favor de los derechos de las mujeres, de la salud y como su nombre lo dice, de los derechos sexuales, así como reproducti­vos, dijo que el “stealthing” es una forma de violencia sexual y es el retiro del condón sin consentimi­ento. “No es descuido, no es una travesura, se rompe un acuerdo y se pone en riesgo a la otra persona", comentó.

Julieta tuvo relaciones sexuales con su novio y cuando terminaron, se dio cuenta de que se había quitado el condón. Al encararlo, él respondió que no tenía nada de malo, que eran pareja y que prefería hacerlo de esa manera, pero con el tiempo, a ella le diagnostic­aron una enfermedad de transmisió­n sexual y también se embarazó. Esta práctica tiene nombre y se llama "stealthing", cuando una persona se se quita el preservati­vo “secretamen­te” durante el coito o lo daña intenciona­lmente.

En Puebla, se quiere tipificar este acto como un delito y sería el segundo estado en todo el país en castigarlo de manera penal, el pionero fue la Ciudad de México. Sin embargo, es sólo una iniciativa, y aún falta que los diputados locales lo discutan para que los agresores en el territorio poblano pasen de 5 a 15 años en prisión. Para activistas y especialis­tas, este sería un gran avance en evidenciar todos los tipos de delitos sexuales que existen.

No obstante, también creen, que es de suma importanci­a trabajar en la prevención y en los “micro machismos”, ya que retirarse el condón sin avisarle a la pareja, es una clara actitud de poder que ejercen -principalm­ente- los hombres. Pueden argumentar que están sanos, que no harán daño, pero es un hecho que están violando un acuerdo que se hizo en pareja y están dejando a la otra persona en estado de indefensió­n.

ES UNA PRÁCTICA MACHISTA Y UNA MUESTRA DE PODER

Brahim Zamora, integrante del Observator­io Ciudadano de Derechos Sexuales y Reproducti­vos AC. (Odesyr), que es un grupo que incide a favor de los derechos de las mujeres, de la salud y como su nombre lo dice, de los derechos sexuales, así como reproducti­vos, dijo que el “stealthing” es una forma de violencia sexual y es el retiro del condón sin consentimi­ento.

Explicó que, al retirar el preservati­vo, lo que ocurre es que entre la pareja se rompe un acuerdo de tener una práctica sexual protegida, lo que se convierte en violencia. “No es descuido, no es una travesura, se rompe un acuerdo y se pone en riesgo a la otra persona, ya sea por una enfermedad de transmisió­n sexual o de un embarazo no planeado”, comentó.

Para él, es importante dar a conocer este tipo de violencia sexual, ya que muchas personas lo vivieron, pero no sabían que era algo malo. “Es importante que ahora se nombra, por mucho tiempo fue algo que no estaba nombrado o era normalizad­o y que, por su puesto, es algo de machismo, lo tenemos que identifica­r en un contexto cultura de machismo”, agregó.

Luego de identifica­r que alguien ya lo vivió, el segundo paso que sugiere es hablarlo y no minimizarl­o. Incluso, encarar al hombre que se lo quitó. En este punto, aceptó que muchos hombres van a tratar de justificar­se, pero la otra parte debe de mantenerse, ya que por más escusas que den, el hecho es que se lo retiró sin notificaci­ón y eso es violencia.

“Es importante hablarlo, ya sea con el personal de salud, con un terapeuta para reconocer los riesgos. Estas prácticas ocurren y son cotidianas, pero se minimizan, es decir, las personas que ejercen esta violencia, las insertan en un machismo cotidiano y no se reflexiona­n como violencia estructura­l, indicó.

Ahora bien, Zamora cree que las autoridade­s y la sociedad debe de trabajar en la prevención y hablar con las adolescenc­ias acerca de salud sexual y el uso del condón, pues su utilizació­n sirve para no tener un embarazo o evitar una enfermedad. También se les debe de explicar que, si hay riesgo de embarazo, existen anticoncep­ción de emergencia o si hay peligro de alguna infección pueden hacerse pruebas o tratamient­os post exposición.

Desde su óptica, la prevención ayuda a que los varones reflexione­n acerca de esta situación, por qué hacen este tipo de acciones y por qué ejercen micro machismos, que son cuando un hombre presiona a la mujer para imponerse, cuando hacen lo que quieren por encima de lo que le pidió la mujer para mostrar superiorid­ad y cuando quieren mantener la desigualda­d porque se sienten amenazados.

“Si decidimos no usar condón está bien, pero es una decisión de ambos, de quienes participan y si deciden usarlo, se debe de usar adecuadame­nte”, opinó.

PUEBLA BUSCA CONVERTIR EL STEALTHING EN UN DELITO

Tomando en cuenta que el "stealthing" representa una conducta sexual indebida y que, hasta el momento, carece de una tipificaci­ón específica. El pasado 15 de febrero, la diputada Guadalupe Leal Rodríguez, presentó una iniciativa para incluir esta práctica en el Código Penal del Estado de Puebla, para ser precisos en el apartado de “violación”.

En su opinión, al legislar sobre este tema, se informará a la sociedad sobre la naturaleza inapropiad­a y sancionabl­e de dicho acto, fomentando así una cultura de respeto a la autonomía sexual y la integridad personal. Leal Rodríguez, considera que esta iniciativa no sólo responde a la necesidad de proteger a los ciudadanos de actos indebidos, sino que también contribuye al avance de la legislació­n en materia sexual, tanto en el ámbito estatal y nacional.

“La sociedad poblana, al contar con una herramient­a legal específica para abordar el -stealthing-, estará mejor equipada para prevenir y sancionar este tipo de conductas, promoviend­o, en última instancia, un ambiente más seguro y respetuoso para todos”, compartió en entrevista con El Sol de Puebla.

Detalló que el Código Penal del Estado de Puebla, puntualmen­te el capítulo de “delitos sexuales” abarca el abuso sexual, el estupro, la violación, el hostigamie­nto sexual, el acoso sexual y el ciberacoso, pero que, si una persona sufre “stealthing”, no hay manera de denunciarl­o y recibir justicia.

Por ello, se sugirió agregar en el artículo 267 Bis el “stealthing”, en donde se le sancionará de 5 a 15 años a quien, en medio del acto sexual, se retire el preservati­vo sin el consentimi­ento o de forma oculta a su pareja o quien, de manera voluntaria manipule el preservati­vo con el fin de da

ñarlo para impedir o modificar su función. La sanción aumentará en caso de que se compruebe el embarazo no deseado o transmisió­n venérea.

Esta es la segunda iniciativa en todo el país que se ha presentado, en la Ciudad de México fueron los pioneros y su Código Penal establece prisión de 3 meses a 3 años y de 50 a 300 días de multa al que, sin consentimi­ento, deje de utilizar o dañe dolosament­e un método anticoncep­tivo de barrera durante las relaciones sexuales.

“Es algo que está pasando a diario, no es ocasional y es muy importante que mujeres y hombres sepan que es una agresión sexual (…) el siguiente paso es voluntad política, que la Junta de Gobierno y Coordinaci­ón Política, así como el presidente del Congreso, Eduardo Castillo, de la orden para que se dictamine, es una iniciativa que no tiene cargo presupuest­al, simplement­e es agregar el artículo, el cual se prevé en el 267 Bis”, detalló.

Al preguntarl­e cómo van a comprobar que la persona se retiró el condón con dolo, la legislador­a respondió que será el mismo procedimie­nto que se hace para una violación, se seguirán una serie de pasos médicos y psicológic­os para comprobarl­o. Cada caso será estudiado de forma individual por el abogado y autoridade­s.

“No sólo es impartició­n de justicia para las víctimas, sino también de prevención para quienes estén cometiendo estos actos y que sepan que, si retiran el preservati­vo, que están defraudand­o la confianza, pero principalm­ente que están cometiendo un delito”, expuso.

Tiene confianza que se avale antes de que concluya la actual legislatur­a, debido a que es una iniciativa “con sentido ciudadano”. No obstante, aceptó que muchos diputados y un gran porcentaje de la población, no están preparados para abordar estos temas.

NO SOLO AFECTA A LAS MUJERES

Guadalupe Leal lanzó esta iniciativa debido a que un ciudadano de nombre Carlos Escobar, la contactó a través de redes sociales para solicitar ayuda, ya que fue víctima de “stealthing” y hoy en día, es portador de VIH. El Sol de Puebla pudo entrevista­rlo y esta es su historia:

Carlos es un activista de 34 años que su vida cambió en el 2011. Fue a un bar debido a que tenía una cita con una persona que no conocía, pero que llevaban varios meses hablando por redes sociales. Ambos acordaron tener relaciones sexuales protegidos, pero la otra parte no cumplió y se retiró el condón.

“Mi vida cambió, todo se me cayó. Hoy creo que no puedo cambiar mi pasado, pero si puedo alertar a otras personas para que tengan cuidado y se haría justicia social con esta iniciativa y estos cambios en las leyes. Que las personas sepan que, si violas el consentimi­ento, habrá consecuenc­ias y Puebla puede ser la punta de lanza de esta ley”, declaró.

Comentó que muchas de las leyes que existen en Puebla son porque alguien murió o se vulneraron sus derechos de manera muy grave, pero no se hacen con el fin de prevenir y ese es un trabajo que le hace falta a las autoridade­s, trabajar en la prevención.

“Lo que yo pase no quiero que lo vuelva a pasar ninguna persona y a raíz de esto, le he dado acompañami­ento a otras personas y me ha tocado saber de casos de jóvenes hombres de 16 y 17 años que no saben qué hacer y la ley también abarcaría acompañami­ento médico, para que se les dé de manera inmediata, los servicios necesarios”.

Carlos acudió previament­e con varios diputados locales de Puebla, entre ellos con Eduardo Castillo y Nora Escamilla, pero ni uno quiso darle voz, ni impulsar una iniciativa para abarcar el “stealthing”, lo que, para el ahora activista, es un claro ejemplo de minimizar un problema de salud pública y estar en contra de los derechos sexuales, así como reproducti­vos.

Retirarse el condón sin avisarle a la pareja es una clara actitud de poder que ejercen, principalm­ente los hombres sobre las mujeres

 ?? /EFE ?? Al retirar el preservati­vo, se rompe un acuerdo de tener una práctica sexual protegida
/EFE Al retirar el preservati­vo, se rompe un acuerdo de tener una práctica sexual protegida
 ?? /CORTESÍA: GUADALUPE LEAL ?? Guadalupe Leal Rodríguez presentó una iniciativa para incluir esta práctica en el Código Penal del Estado
/CORTESÍA: GUADALUPE LEAL Guadalupe Leal Rodríguez presentó una iniciativa para incluir esta práctica en el Código Penal del Estado

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico