Desafían las desigualdades de género en su comunidad
Aún son notorios los contrastes entre hombres y mujeres, incluso, cuando ellas son quienes fungen como las jefas del hogar
Apesar de que en pleno 2024 la igualdad de género ha sido más marcada y estipula que hombres y mujeres son iguales ante la ley, la realidad es diferente, puesto que aún son notorios los contrastes y las oportunidades entre hombres y mujeres, incluso, cuando ellas son quienes tienen que fungir como padre y madre o el sustento de su familia, enfrentando una serie de adversidades.
En este Día de la Mujer, el Sol de Puebla presenta la historia de tres jóvenes mujeres, quienes desde muy pequeñas aprendieron que la vida no es fácil y ahora se tienen que valer por sí mismas. Es el caso de Rosario Trinidad, Zurisaday y Mayra Elizeth, quienes han demostrado que ya no son el sexo “débil”, sino al contrario, desde sus trincheras demuestran que son personas que buscan reconocer el valor de la mujer, haciendo un recordatorio de los desafíos y las injusticias que las mujeres han enfrentado y continúan enfrentando en la sociedad actual.
DE VENDEDORA DE TORTILLAS A GRADUADA EN ENFERMERÍA
Rosario Trinidad Rodríguez Sánchez, una joven de 23 años de edad, que de vendedora de tortillas ahora es una recién graduada como enfermera.
Siempre sonriente, atiende a chicos y grandes vendiendo tortillas a mano en el mercado La Purísima. Dice sentirse doblemente orgullosa, pues por un lado se siente una gran mujer y por otro enaltece sus raíces al ser originaria de Santa María Coapan, donde la mujer se caracteriza por su valor, entrega y lucha por trabajar para mantener a su familia.
Explica que, a los 8 años de edad, tuvo la necesidad de empezar a comercializar sus tortillas, debido a que tenía que ayudar a sus padres en casa para mantener a sus seis hermanos. Por lo que junto con una de sus hermanas emprendió el reto de salir de casa para vender en las calles de Tehuacán.
Al principio todo le costó, sin embargo, poco a poco fue logrando tener mayor habilidad al grado de que hoy en día llega a vender de 15 a 25 kilogramos.
“Siempre me ha gustado trabajar y sobre todo resaltar la cultura de mi pueblo”, explica sonriente y orgullosa de lo que hace como mujer.
“Desde muy pequeña supe que, al tener seis hermanos, tenía que ayudar para mantenerlos, ya que lo que ganaban mi papá y mi mamá no era suficiente, sobre todo porque se requería dinero para los estudios y pues surgió la idea de vender tortillas. Al ver el nixtamal, mi hermana mayor y yo empezamos a moler”, narra.
Detalla que todo lo que vende de las tortillas lo entrega a su mamá para la manutención de la casa y otra parte la usa para sus estudios. Hoy en día ha terminado su carrera como enfermera y está juntando dinero para pagar su título.
Explica que decidió estudiar la carrera de enfermería porque le gusta ayudar a las personas, sobre todo cuando están enfermas.
“A veces no sólo es ayudar en el dolor físico, sino también en el psicológico y emocional, sobre todo porque necesitan con quién hablar y como enfermera se desahogan con uno”, cita la ahora profesionista.
Es por ello que en el marco del Día de la Mujer exhortó a todas a que le echen ganas, ya que todos los sueños se pueden cumplir, sobre todo porque son grandes luchadoras y se puede tener su propio negocio.
“La mujer vale mucho, porque gracias a la mujer dan vida, un hombre tiene comida en la casa, e incluso son el sustento en la casa”, dijo.
Aunque lamentó que aún existe discriminación hacia la mujer, pese a que poco a poco se ha ido erradicando.
Es por ello que se tiene que seguir luchando con marchas, pero sin causar destrozos, ya que eso denigra la lucha, concluyó.
DE INGENIERA DE PROFESIÓN A COMERCIANTE EN POLLERÍA
Por su parte, Zurisaday Anza Flores, una joven mujer y profesionista, narra que tuvo que dejar su carrera para poder mantener a sus dos pequeños hijos de 7 y 5 años de edad, en un negocio que tiene su familia de generación en generación.
Se trata de una pollería que está ubicada en el mercado La Purísima y otra más en el zoco “16 de Marzo”, donde es atendida por su mamá, quien la apoya a seguir siendo una mujer emprendedora e
Las tres mujeres supieron desde muy pequeñas que la vida no es fácil y ahora se tienen que valer por sí mismas
independiente.
Valiente y siempre protectora de sus niños, explica que su abuelita, Estela Negrete, fue la primera en administrar el negocio de la venta de pollo, posteriormente su mamá, Concepción Flores, y ahora ella. Asegura que desde hace 5 años empezó a trabajar de manera independiente, aunque conoció el ramo a la edad de los 10 años.
Detalla que decidió dejar su profesión para poder cuidar de sus hijos, ya que el tiempo en una empresa no le permitía salir a cualquier hora o día, por ese motivo decidió dar prioridad a sus pequeños, de quienes se siente orgullosa.
La actual ingeniera en procesos bioalimentarios explica que ejerció su carrera por un año, pero por la poca disponibilidad de horario tuvo que claudicar y emprender en el comercio, donde ahora mantiene a sus dos hijos, puesto que es madre soltera. Lo cual no ha sido un impedimento para seguir luchando como una extraordinaria mujer y solventar sus gastos.
Zurisaday se levanta todos los días a las 6:00 horas para preparar el desayuno y arreglar a sus pequeños, que más tarde tendrán que ir a la escuela. Posteriormente, se prepara para abrir su negocio.
Su jornada en el mercado municipal La Purísima termina siempre a las 18:00 horas y de ahí se traslada al mercado “16 de Marzo” para alcanzar a su mamá, quien siempre la apoya con sus niños, para más tarde ayudarlos con la tarea, por lo que sus actividades terminan hasta las 22:00 horas.
A pesar de eso, ella no baja la guardia y asegura que con determinación se puede todo. “A veces uno tiene que encontrar los motivos para demostrar que sí se puede y seguir adelante para hacer las cosas, sobre todo porque algunas han cambiado. Sin embargo, existen aspectos que aún no han cambiado, como la discriminación por ser mujer”, cita la ahora madre de familia, quien tiene 29 años de edad y sabe lo que es tener una responsabilidad.
A pregunta expresa sobre lo que representa el 8M para Zurisaday, asegura que sigue siendo una lucha constante para defender sus derechos, sobre todo porque tienen la misma capacidad que un hombre.
UNA TABLAJERA DE GENERACIÓN
Para Mayra Elizeth Reyes García, ser tablajera nunca fue algo extraño, sino al contrario, ha sido una inspiración familiar. Desde hace 6 años puso su propio negocio, es decir, a la edad de 20 años. Asegura que le ha dado grandes satisfacciones como mujer.
Asegura que siempre le ha llamado la atención el comercio, sobre todo por ser considerado algo pesado, debido al tener que levantar o cargar carne para prepararla y poder venderla a sus clientes en el mercado municipal de Tehuacán.
Señala que solo dos de sus cuatro hermanas decidieron ser tablajeras, lo cual es un gran negocio, ya que es un alimento de primera necesidad.
“Ahora los tiempos han cambiado y es algo que nos beneficia por ser más independientes, sobre todo porque las mujeres siempre han luchado y buscado tener ese reconocimiento”, asegura. La joven comerciante de 26 años de edad agrega que este viernes 8 de marzo es una fecha importante para las mujeres, por lo que eso las impulsa a esforzarse y seguir día a día.
Todo lo podemos lograr con esfuerzo y dedicación, por lo que aplaudió las marchas pacíficas que se realizan cada año.
Aunque dijo que no es bueno que se generen daños a terceras personas o a inmuebles, ya que siempre se debe luchar en equipo, porque de esa manera se podrán tener mejores resultados.
ZURISADAY ANZA VENDEDORA A veces uno tiene que encontrar los motivos para demostrar que sí se puede y seguir adelante para hacer las cosas, sobre todo porque algunas han cambiado. Sin embargo, existen aspectos que aún no han cambiado, como la discriminación por ser mujer”
ROCÍO TRINIDAD ENFERMERA A veces no sólo es ayudar en el dolor físico, sino también en el psicológico y emocional, sobre todo porque necesitan con quién hablar y como enfermera se desahogan con uno”
MAYRA ELIZABETH TABLAJERA Ahora los tiempos han cambiado y es algo que nos beneficia por ser más independientes, sobre todo porque las mujeres siempre han luchado y buscado tener ese reconocimiento"