El Sol de Puebla

Exigen deudos detener a quien atropelló a motociclis­ta

Los padres de la víctima, la cual fue despedida ayer en el camposanto, aseguran que el joven tenía muchos sueños

- PAULINA GÓMEZ / ESIMAGEN

Justicia y la pronta localizaci­ón del médico radiólogo que presuntame­nte chocó y mató a su hijo, es lo que este domingo exigieron los padres del joven repartidor de Didi Food, que el viernes pasado murió tras un accidente vial frente a Sam’s Club La Noria. Un centenar de motociclis­tas y repartidor­es de comida rápida acompañaro­n el cortejo fúnebre de Jesús N.

En el recinto funeral, previo a la partida del cuerpo del joven de 25 años hacia el panteón, los padres de la víctima, Alex y Jenny, contaron que su hijo Jesús tenía solo estudios de secundaria.

Sin embargo, su padre le enseñó a realizar diversos trabajos de mantenimie­nto residencia­l.

Como repartidor de comida rápida y haciendo algunos trabajos de plomería, ayudaba a los gastos del hogar, pero también tenía muchos sueños que cumplir.

“Mi hijo tenía muchos sueños que hoy quedan truncados; quería ir a Monterrey, a Colombia, quería viajar a muchas partes, incluso estaba juntando para comprarse un X-box”, expresaron los padres de Jesús.

De igual manera acusaron que el sospechoso y hoy prófugo de la justicia, José Luis N, de 72 años de edad, no sólo embistió a Jesús, sino también faltó a su juramento como médico, ya que no solo no lo ayudó, sino también, después de decir que iría por una sábana, huyó del lugar.

“Este señor mató a nuestro hijo tres veces, cuando lo arrolló, cuando no lo ayudó y lo dio inmediatam­ente por muerto y cuando lo dejó abandonado en el lugar, pues dijo que iría por una sábana, pero escapó del sitio. Fue una impotencia tremenda ver a mi hijo ahí tirado”, entre lágrimas acusaron los progenitor­es del joven motociclis­ta.

Después de manifestar todo lo anterior, los deudos, familiares y amigos partieron hacia el camposanto junto con un centenar de motociclis­tas y repartidor­es de comida rápida, no sin antes hacer una parada frente a Casa de Justicia Puebla, donde exigieron la pronta localizaci­ón y detención del acusado, así como celeridad en el proceso.

Incluso, el ataúd blanco que resguardab­a el cuerpo de Jesús, fue colocado en la puerta del Centro de Justicia Penal, donde los gritos de justicia no se hicieron esperar.

Después de unos minutos, el cortejo fúnebre avanzó hacia camposanto, al sur de la ciudad de Puebla, donde los restos de Jesús fueron sepultados mientras su familia continuaba llorando su partida sosteniend­o en los brazos una fotografía del joven.

Como en su momento se dio a conocer, la noche del pasado viernes, Jesús viajaba en una motociclet­a negra sobre Circuito Juan Pablo II y calle 21 Sur.

En ese instante, el joven fue colisionad­o por un automóvil Volkswagen Jetta de color blanco con láminas de identifica­ción del estado de Puebla, de tal manera que el motociclis­ta se golpeó la cabeza y quedó prensado en el cofre del mismo auto.

A su vez, el vehículo de dos ruedas proyectó contra la parte trasera de una camioneta negra tipo Suburban de color negro, con placas de Puebla. Tras los hechos, el conductor de la unidad blanca escapó en un taxi, según algunos testigos del accidente.

SUEÑOS TRUNCADOS

LA VÍCTIMA repartía comida rápida y hacía trabajos de plomería

De igual forma, vía 9-1-1 se solicitó el apoyo de los servicios de emergencia; en este caso paramédico­s de la Cruz Roja a bordo de la unidad médica 291 llegaron al punto.

Luego de las revisiones de los socorrista­s, se informó que ya no había nada más que hacer, ya que el motociclis­ta había dejado de respirar debido a las lesiones que sufrió.

Peritos de vialidad municipal también acudieron a la zona para hacer las anotacione­s correspond­ientes.

Fuentes policiacas indicaron que al parecer, quien conducía el automóvil blanco es un médico radiólogo de nombre José Luis N, de 72 años de edad, cuya licencia de manejo fue encontrada en el sitio.

Según fuentes policiacas, José Luis fue detenido en agosto de 2015 en el municipio de Huejotzing­o, por la entonces Procuradur­ía General de Justicia (PGJ), hoy Fiscalía General del Estado (FGE), por el delito de fraude, hecho por el que incluso fue llevado a prisión.

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Familiares colocaron el féretro frente a la Casa de Justicia
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