Aprueban pedir un alto al fuego en Gaza
El Consejo de Seguridad pasa por primera vez una resolución; EU se abstiene y causa la furia de Tel Aviv
FRANCESCA ALBANESE RELATORA DE LA ONU
Los desesperados civiles en Gaza buscan plantas verdes silvestres llamadas khobizas a falta de otra cosa que comer
NACIONES UNIDAS. Por primera vez en cinco meses de guerra, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptó una resolución que exige un alto al fuego inmediato entre Israel y la milicia palestina Hamas, después de que Estados Unidos se abstuviera en la votación, lo que provocó un enfrentamiento con su aliado Tel Aviv.
Los 14 miembros restantes del Consejo votaron a favor de la resolución, propuesta por los 10 miembros electos del organismo. Tras la votación, hubo una salva de aplausos en la sala del Consejo.
“Esta resolución debe aplicarse. No hacerlo sería imperdonable”, publicó en las redes sociales el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que el hecho de que Estados Unidos no vetara la resolución suponía un “claro retroceso” respecto a su postura anterior y perjudicaría los esfuerzos bélicos de Israel y su intento de liberar a los más de 130 rehenes que aún están en manos de Hamas.
“Nuestro voto no representa, y repito que no representa, un cambio en nuestra política”, declaró a la prensa el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby.
Tras la votación en la ONU, Netanyahu canceló una visita a Washington de una delegación de alto nivel que debía discutir una operación militar israelí prevista en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, donde han buscado refugio alrededor de 1.5 millones de palestinos.
EU se mostró perplejo por la decisión de Israel y la consideró una reacción exagerada, dijo un funcionario que habló bajo condición de anonimato.
Washington se había mostrado contrario al alto al fuego verbal al inicio de la guerra de casi seis meses en la Franja de Gaza y había utilizado su poder de veto para proteger a Israel en sus represalias contra Hamas por un ataque del 7 de octubre con mil 200 personas.
Sin embargo, ante la inminente hambruna en Gaza y la creciente presión mundial para lograr una tregua en la guerra que, según las autoridades sanitarias palestinas, ha matado a unas 32 mil personas, Estados Unidos se abstuvo el lunes para permitir que el Consejo de Seguridad exigiera un alto el fuego inmediato durante el mes musulmán del Ramadán, que termina dentro de dos semanas.
“La resolución que se acaba de votar hace parecer que la guerra empezó sola (...) Israel no empezó esta guerra, ni quería esta guerra”, señaló el embajador israelí ante la ONU, Gilad Erdan.
Hamas acogió con satisfacción la resolución del Consejo de Seguridad, al señalar que “afirma su disposición a participar en intercambios inmediatos de prisioneros por ambas partes”.
La embajadora de EU ante la ONU, Linda Thomas-greenfield, dijo que su país apoyaba plenamente “algunos de los objetivos críticos de esta resolución no vinculante”, pero añadió que Washington no estaba de acuerdo con todo el texto.
El embajador chino ante la ONU, Zhang Jun, apuntó que las resoluciones del Consejo son vinculantes. “Para los millones de personas de Gaza, que siguen sumidas en una catástrofe humanitaria sin precedentes, esta resolución -si se aplica plena y eficazmente- aún podría traer la tan esperada esperanza”, dijo.
El portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, sostuvo que las resoluciones del Consejo son derecho internacional, “así que en esa medida son tan vinculantes como lo es el derecho internacional”.
Sin embargo, si no se produce un alto el fuego en Gaza, es poco probable que el Consejo adopte nuevas medidas. La resolución también exige la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes. Israel afirma que Hamas tomó 253 durante su ataque del 7 de octubre.
En tanto, la relatora especial de la ONU sobre los derechos humanos en los territorios palestinos aseguró que “existen motivos razonables” para afirmar que Israel comete “actos de genocidio en Gaza”, en un informe que menciona igualmente el riesgo de una “limpieza étnica”.
“La índole abrumadora y la escala del ataque israelí contra Gaza y las destructivas condiciones de vida que ha infligido revelan una tentativa de destruir a los palestinos físicamente como grupo”, afirmó la relatora, Francesca Albanese, en el informe que presentará hoy ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Israel calificó las conclusiones de “inversión obscena de la realidad”.
El documento, titulado “Anatomía de un genocidio”, sostiene que “existen motivos razonables de creer se ha alcanzado el umbral que indica que se han cometido actos de genocidio” contra los palestinos”.
Albanese, experta independiente designada por el Consejo de Derechos Humanos cuyas declaraciones no tiene carácter oficial, enumera varios de esos actos, como “matar a miembros del grupo” designado o imponerles “deliberadamente condiciones de vida destinadas a provocar su destrucción física total o parcial”.
EDITOR:
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Lo trae en los genes y se nota. Al entrar en su casa se pueden ver decenas de arreglos florales, rosas, orquídeas y otros adornos que le dieron el adiós en su función de retiro, el 10 de marzo de 2024.
Blanca Ríos se retiró luego de 15 años como Primera Bailarina de la Compañía Nacional de Danza (CND), 23 como parte de ella y 33 de carrera.
La artista regiomontana cuenta en entrevista con El Sol de México: “Desde que era muy chiquita, a los cuatro años, comencé tomando clases de ballet con una de mis tías en casa de mi abuela. Mis papás se preguntaban por qué me gustaba tanto bailar, entonces mi abuelo les contó que una tía abuela había sido bailarina profesional. A los ocho años entré a la Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey. Poco a poco me fui dando cuenta de que el baile era mi gran pasión”.
“No sé ni cómo sucedió- cuenta Ríosyo era feliz, nunca me obligaron a ir. Iba todos los días de 3 a 8, jamás dije que no me gustara, al contrario. La Superior fue mi lugar feliz toda la infancia”.
La bailarina recuerda cómo llegó a la Compañía Nacional de Danza: “Siendo alumna de la Superior, la escuela tuvo la oportunidad de participar con la CND en dos ocasiones. La primera vez nos invitaron a hacer las princesas en el Lago de los Cisnes, que se presentó en Chapultepec. Entonces vinimos aproximadamente seis alumnas a hacer funciones y en esa ocasión estaba el maestro James Kelly como observador. Él haría la próxima versión coreográfica del Cascanueces. Me vio haciendo un grand jeté y preguntó quién era esa niña. Es Blanca, contestó mi maestra, y él pidió que yo fuera la Clara de su Cascanueces.
“Allí se abrió una gran puerta -continúa-, la de ser la protagonista del Cascanueces ese diciembre. Ese año bailé en el Palacio de Bellas Artes y al siguiente en el Auditorio Nacional. Esas dos oportunidades me abrieron las puertas a la Compañía Nacional de Danza. Cuando me gradué hice una audición para la compañía y entré a las filas del cuerpo de baile”.
Cuenta que “ha sido maravilloso, un gran honor poder haber logrado una carrera en mi propio país”.
Ella describe sus 33 años de carrera como el viaje más hermoso de su vida, pues jamás imaginó ser nombrada con el título más alto del mundo del ballet.
“TODAVÍA NO ME LA CREO”
Consagrarse al ballet no es cualquier cosa, más aún si consideramos que Blanca se mantuvo 15 años como primera bailarina. Para ella, uno de los primeros retos, y quizá de los más grandes, fue irse de su natal Monterrey y dejar a su familia a los 17 años de edad y adaptarse a la gran ciudad. Después, el de mantenerse. “No es nada fácil, todavía no me la creo, pues de pronto llegó la oportunidad de ser primera bailarina. Primero hay que pasar por todas estas categorías, haber interpretado todos esos roles y después la suerte de ser elegida y tener las condiciones para poder cumplir el contrato”.
Para Blanca, todos los ballets tienen su grado de dificultad. En alguna ocasión, ya como principal de la CND, no fue la elegida para ser la protagonista, un momento que la hizo crecer y madurar, porque luego le llegó la oportunidad de interpretar Gisselle, al que se refiere como “uno de los roles que toda bailarina sueña hacer, un ballet muy difícil técnicamente, que además tiene el reto de la actuación. Gisselle es la culminación de cualquier bailarina en la danza clásica”.
TIEMPOS DIFÍCILES
Para Blanca Ríos, continuar con el ritmo que exige el ballet durante los tiempos del Covid-19 fue un gran desafío y tomar un descanso no era viable, pues reconoce
Describe sus 33 años de carrera como el viaje más hermoso de su vida, pues jamás imaginó ser nombrada con el título más alto del mundo del ballet
que su habilidad artística ha sido trabajada con base en mucha disciplina.
“Yo cada vez que me paraba en el escenario era algo indescriptible, amaba estar ahí. Entonces, en la pandemia me levantaba para mis clases, sabía que en algún momento íbamos a regresar y que tenía que sentirme bien (…) tuve que poner un equilibrio por mi familia justo en la pandemia. Mi hijo tuvo un problema de salud bastante fuerte y ahí fue cuando puse las cosas en una balanza”, asegura.
que ahora permanecen en su mesita de centro, lucen polvorientas y desgastadas, pero no las cambiaría por unas nuevas, porque sólo estas cuentan su historia
ICOEDITORA: MARÍA DEL ROSARIO REYES ARROYO
IEDITOR GRÁFICO: JUAN OSORIO