NO HUBO ANÁLISIS ANTES DE LA DEMOLICIÓN
A cinco meses de trabajos en el Centro SCOP, el Seminario de Investigación del sitio de la UNAM, conserva los resultados de sus estudios, sin que ninguna autoridad los haya consultado
Toneladas de escombros y estructuras parcialmente destruidas predominan en el paisaje sobre lo que queda del Centro SCOP, cuya demolición comenzó en noviembre de 2023, por indicaciones de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), la Secretaría de Cultura y el gobierno de la CDMX, tras decidir su inevitable destrucción a causa de las afectaciones ocurridas durante los sismos de septiembre de 2017.
A cinco meses del arranque de dichas labores, que darán paso a la construcción del Parque del Muralismo Mexicano, la doctora en Arquitectura, Elisa Drago, miembro del Seminario de Investigación sobre el Centro SCOP de la UNAM, señala que no se realizaron los estudios históricos necesarios para la intervención de este espacio. Esto, pese a que académicos universitarios y sociedad civil organizada advirtieron de la pertinencia de su realización y pidieron la trasparencia de los dictámenes que establecían la demolición como única alternativa.
“Nunca nadie se acercó para entender cómo se habían construido los edificios, a pesar de que les mencionamos a las autoridades la existencia de los documentos que narraban la historia de la construcción, los cuales se tenían que tomar en cuenta para cualquier decisión, ya fuera la modificación estructural o, como fue la decisión técnica final, que nunca conocimos, o por lo menos yo no la conozco y al parecer tampoco los habitantes del conjunto habitacional, de demoler”, afirma la arquitecta Elisa Drago, en entrevista con El Sol de México.
Drago coordina el Acervo de Arquitectura Mexicana de la Facultad de Arquitectura, donde se encuentran los documentos, dentro del Fondo Augusto Pérez Palacios. Hasta ahora, asegura, sólo la empresa en