Trazando el camino hacia la equidad empresarial
Saludos a todos los lectores de El Sol de Puebla. Es un honor y un privilegio compartir con ustedes mi primera columna en este prestigioso medio. Soy Edhalí Moreno Cíntora, una apasionada empresaria y activista comprometida con el desarrollo y empoderamiento de las mujeres empresarias en nuestra hermosa ciudad de Puebla. A lo largo de mis dos décadas de experiencia en el mundo del emprendimiento, he sido testigo de los desafíos y las oportunidades que enfrentamos las mujeres en el ámbito empresarial. Como mujer empresaria, sé de primera mano los obstáculos que enfrentamos en nuestro camino hacia la libertad financiera.
A pesar de los avances, aún enfrentamos importantes desafíos. Recientemente, el Observatorio de Salarios Ibero Puebla publicó datos preocupantes sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres, tanto a nivel nacional como en nuestro estado. En Puebla, esta brecha alcanza un 30.01%, lo que indica que aún queda mucho trabajo por hacer.
En este contexto, con las campañas electorales en pleno apogeo y la posibilidad real de que una mujer ocupe la silla presidencial del país, es fundamental cuestionarnos si los derechos económicos de las mujeres experimentarán avances significativos en los próximos años. Es esencial que se implementen medidas concretas para cerrar la brecha salarial y de género, y garantizar que las mujeres empresarias tengan igualdad de oportunidades en el acceso al financiamiento y al mercado.
Por eso y desde mi perspectiva como especialista para contribuir a este objetivo, es necesario:
1.-Garantizar que las mujeres tengan acceso a financiamiento adecuado para la expansión de sus empresas y negocios. Esto podría lograrse mediante la creación de programas de microcréditos y subsidios específicamente dirigidos a mujeres empresarias.
2.-Incentivar la diversificación de los negocios de las mujeres hacia sectores con mayores ingresos. Esto podría lograrse a través de programas de capacitación y asesoramiento especializados, así como de incentivos fiscales para aquellas empresas dirigidas por mujeres que operen en sectores económicos estratégicos.
3.-Promover la participación de las mujeres en espacios de liderazgo y dirección empresarial. Esto podría lograrse mediante la creación de programas de mentoría y capacitación, así como de cuotas de género en los consejos de administración de las empresas.
4.-Apostar por un sistema universal de cuidados que permita a las mujeres dedicar menos tiempo a las actividades no remuneradas y más tiempo al desarrollo de sus empresas y negocios.
En resumen, cerrar la brecha salarial y de género en el ámbito empresarial no solo es una cuestión de justicia, sino también de eficiencia económica y desarrollo social. Es hora de tomar medidas concretas para garantizar que las mujeres empresarias en Puebla tengan las mismas oportunidades que sus colegas masculinos.