Militarización, único plan antimigratorio
La crisis que padece la región no parece ser una prioridad para Guatemala, El Salvador y Honduras
CDMX. Ante la nueva oleada de migrantes a su frontera sur, el gobierno de Estados Unidos le apuesta a una estrategia basada en la inversión de 861 millones de dólares para el desarrollo del sur de México y las naciones de Centroamérica. Pero en Guatemala, El Salvador y Honduras la única respuesta concreta para frenar a los indocumentados ha sido la militarización de sus fronteras. Especialistas consultados por
consideraron que el problema es que la crisis migratoria que padece la región desde hace años, no parece ser una prioridad para los gobiernos de Jimmy Morales (Guatemala), Juan Orlando Hernández (Honduras) y Nayib Bukele (El Salvador), los dos primeros debilitados políticamente tras varios señalamientos de corrupción y de supuestos vínculos con el crimen organizado, mientras que en el caso del salvadoreño Bukele, quien tomó posesión el 1 de junio de 2019, su estrategia de gobierno para frenar la migración es todavía una incógnita a despejar.
El problema de los gobiernos centroamericanos, explica Javier Urbano, especialista en temas migratorios de la Universidad Iberoamericana (Ibero), es que no han atacado las causas estructurales de la migración y sólo se han dedicado a beneficiarse de programas como el Estatus de Protección Temporal (TPS), que por años sirvió de alivio a la migración de Honduras y El Salvador; así como a recibir el apoyo económico desde la Casa Blanca, sin resolver la pobreza y la violencia, principales causas de la migración.
Mientras que el gobierno guatemalteco, agrega Urbano, sólo ha reforzado su política migratoria enviando más militares a sus fronteras y se ha dedicado a romper las caravanas o hacerles pruebas
Editorial Mexicana, Organización
de ADN, sin que mejoren las condiciones de las comunidades mayas, las cuales representan la mayoría de los migrantes guatemaltecos, que han sufrido una exclusión y persecución histórica y que tienen las peores condiciones de desarrollo humano del hemisferio.
El gobierno de Hernández en Honduras, según Eduardo Bueno, profesor e investigador de la Universidad de las Américas, mantiene una respuesta similar en la frontera norte: reforzar la presencia de oficiales. “El año pasado, miles de hondureños formaron parte de la caravana migrante que demostró la incapacidad del mandatario para frenar la violencia que desangra al país. Fue un golpe que el mundo se enterara de que su gente está saliendo o que el Estado no está funcionando, pero también la oportunidad de