Mentiras. Distractores (III)
En mi anterior colaboración, hablé de los distractores que el Presidente utilizó durante 2019, al final de la misma, dejé algunos apuntes para ser desarrollados posteriormente con mayor amplitud. En esta ocasión, retomo dos de sus principales recursos para desviar la atención o negar la realidad. Me refiero a la mentira, como instrumento para ocultar la verdad de su gobierno y a la utilización, como salida a preguntas difíciles del término "yo tengo otros datos".
Los mentirosos compulsivos invariablemente terminan perdiendo la confianza y el respeto de quiénes lo escuchan.
Los engaños del Presidente producen efectos graves, tanto en la investidura presidencial, como en la sociedad. Para el mandatario, cada vez resulta más complicado mantener su dicho, sin ser descubierto en la falacia. Los mentirosos compulsivos invariablemente terminan perdiendo la confianza y el respeto de quiénes lo escuchan. Prueba de ello, la semana pasada, en una encuesta de El Financiero, se muestra una caída del 57 por ciento al 37 por ciento en la credibilidad de las conferencias de López Obrador.
Por otro lado, en la sociedad que recibe el mensaje falso, suceden tres cosas; un grupo que lo rechaza porque tiene la información y conocimientos suficientes para identificar el engaño. Otro sector de la población que sabe que se trata de un embuste, pero por razones de conveniencia personal lo acepta, apoya y difunde. Y un tercer conjunto poblacional, que no reconocen si se les está hablando con la verdad pero que de forma acrítica, aceptan el mensaje porque vienen de una gran autoridad y por ese hecho suponen confiable.
Gobernar con falsedades abiertas, daña a la sociedad porque vive engañada, confundida y confrontada. La armonía y confianza necesarias para el desarrollo del país se encuentran ausentes. La economía se estanca, la desigualdad social aumenta, la inseguridad pública crece, la educación y salud se desfondan. Por su parte, el gobierno salva la coyuntura pero pierde la trascendencia. Si el Presidente desea realmente pasar a la historia, lo primero que debe de hacer es ceñirse a la verdad, por su propio bien y el del país.