Pierden productores por bajo precio del maíz
En Guanajuato la resequedad del suelo deja menor producción del grano
IRAPUATO. Gto.- Parecía que sería un buen ciclo agrícola, pero no lo fue. Los productores de maíz de Guanajuato no la pasaron bien en el ciclo agrícola otoño-invierno, en el que vieron cómo la resequedad de la tierra hizo que su producción disminuyera, además de que el precio del maíz está en su precio más bajo desde hace cinco años. Para 2017, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, en el estado hubo una producción de 1.6 millones de toneladas de maíz, muy por debajo de las 2.5 millones de toneladas que hubo en 2016. Rodolfo Bravo López es uno de los productores de maíz más reconocidos en Guanajuato. Originario del municipio de Cuerámaro, Rodolfo Bravo dijo que este año, la resequedad hizo que por cada hectárea le salieran entre ocho y nueve toneladas de maíz, cuando normalmente obtenía por hectárea hasta 13 toneladas. “No nos fue bien. Tuvimos una sequía que se nos agravó hasta junio, cuando debió haber llovido en mayo. Empezamos a sembrar tarde para esperar el agua y aunque llegó, por lo seco que estaba el terreno no hizo que hubiera humedad suficiente para hacer germinar la semilla. No es un fenómeno nuevo, ya cada vez el suelo está más seco y eso dificulta sembrar”, dice el experimentado productor. Pero no fue todo a lo que se enfrentó Rodolfo Bravo. El bajo precio es otro factor en contra de los productores de maíz de Guanajuato. “Al inicio del ciclo agrícola, el precio internacional estaba en cuatro mil 800 pesos por tonelada, creímos que podía llegar a los cinco mil pesos y cuando empezamos a cosechar y fuimos a vender, nos encontramos con que lo estaban pagando en tres mil 400 pesos y con eso no alcanzamos ni a salir tablas, ya perdimos muchos productores”, comentó.
CAMPESINOS ENDEUDADOS
Honorio Vázquez Mendoza, dirigente de la Asociación de Productores de Maíz y Cebada de Irapuato, dice que desde hace una década, los campesinos son un sector social que vive endeudado. “Por ejemplo, sembrar una hectárea de maíz nos cuesta en 25 mil pesos, aproximadamente. Muchos pedimos dinero en cajas populares para poder sembrar y por ejemplo ahorita que nos salieron ocho toneladas de maíz, a tres mil 400 pesos que nos pagan la tonelada, tenemos que obtuvimos 27 mil 200 pesos, muy por debajo de lo esperado; esperábamos obtener 30 mil por tonelada para poder pagar los intereses de esos 25 mil pesos que pedimos prestados y no las obtuvimos y será otro año endeudado”.
CAMPO MEXICANO, CONDENADO AL OLVIDO
Rubén Vázquez de la Rosa, dirigente del Comité Pro Mejoramiento del Agro en Guanajuato, aseguró que desde hace una década, el campo mexicano está en crisis y en el olvido. “Pareciera como si quisieran que desapareciera el campesino, pues no hay una política integral y real para el control de los precios, cada ciclo agrícola vemos el sufrimiento de los campesinos porque no les pagan lo justo por su producción y este año hubo un fenómeno muy raro, hubo mucho acamado en las producciones de maíz y fue porque hubo resequedad y eso generó que las producciones no fueran las esperadas. “Ahora que los campesinos quieren vender su producto, se encuentran con que se los pagan muy poco y eso no les garantiza el recuperar su inversión. Pareciera como si quisieran condenar al campesino a la extinción”.
ADIÓS AL GRANERO DE MÉXICO
Guanajuato fue considerado como el “granero de México”. Para Fidel Zavala García, secretario de la asociación Pro Mercado de la Fresa y productor de granos en Irapuato, dijo que desde hace años Guanajuato dejó de ser “el granero del país”. “Hace mucho que el campo de Guanajuato no la pasa bien: plagas, sequías, heladas, malas políticas y bajos pecios son con algo con lo que tenemos que lidiar. “Hoy nos encontramos con que el kilo de maíz nos lo pagan en 3.4 pesos y uno va a la tortillería y el kilo de tortilla está en 14 pesos, ¿y los otros 10.6 pesos? ¿No debería tocarle algo más al productor? ¿Por qué quieren subir la tortilla, si el maíz está en su precio más bajo en cinco años?” Aunque la recomendación es no vender a bajo precio su producción ni tampoco a los acaparadores, los productores guanajuatenses no tienen de otra. “Los campesinos tienen que vender lo que tienen ya cosechado, porque tienen deudas en cajas populares y si no pagan, ya no nos prestan. Se ha vuelto una cadena: piden prestado, siembran, cosechan, no les pagan lo ideal y su endeudamiento va creciendo. No es justo que el que más trabaja, el campesino, siempre tenga que andar limosneando que le paguen mejor su trabajo, cuando debería ser una política proteger al que da de comer al país”, aseguró, Fidel Zavala García.